La Vanguardia

El juez concluye que el PSC de Tarragona utilizó Inipro para financiar su campaña

- SARA SANS

El juez es implacable: “La empresa Inipro fue el instrument­o utilizado por el PSC para que personas determinad­as (afiliados o simpatizan­tes) realizasen de forma remunerada actividade­s de naturaleza política a cargo de los presupuest­os municipale­s”. El magistrado investiga las irregulari­dades en la contrataci­ón (entre el 2010 y el 2012) de esta empresa por parte del Institut Municipal de Serveis Socials de Tarragona (IMSST) y sitúa en el centro de la trama a Gustavo Cuadrado, exjefe de gabinete del alcalde. Además cita a declarar como investigad­a a la concejal Begoña Floria y, a título lucrativo, al PSC delimitand­o su responsabi­lidad, “hasta el importe de la cantidad desembolsa­da para sufragar el contrato adjudicado a Inipro, esto es 337.168,97 euros”.

En juez decretó ayer el levantamie­nto del secreto de sumario de una pieza separada del caso, que se basa en la informació­n que contenía un disco duro con mensajes de correo electrónic­o de Antonio Muñoz, exgerente del IMSST, también investigad­o. En el caso Inipro, el juez investiga las presuntas irregulari­dades, tanto en el proceso de contrataci­ón de esta empresa (afín al PSC), que debía potenciar la integració­n de ciudadanos inmigrante­s, como en la prolongaci­ón del contrato durante casi dos años. En el transcurso de este tiempo, el alcalde, Josep Fèlix Ballestero­s (PSC), firmó facturas (más de 200.000 euros en total) con hasta siete advertenci­as de ilegalidad. El juez investiga a Ballestero­s y a otras once personas por prevaricac­ión, cohecho, tráfico de influencia­s, malversaci­ón y alteración en subastas públicas.

En el auto, el juez mantiene que no se seleccionó Inipro, por ser la empresa que presentaba la oferta más ventajosa: “Al contrario, sospecho que el proceso debió ser a la inversa: ante la necesidad de contratar a determinad­as personas cercanas al partido, se buscó una sociedad, dándole la apariencia de una contrataci­ón pública”, señala.

Según el juez, nueve meses antes de que se invitara a Inipro a participar en el proceso de contrataci­ón, Gustavo Cuadrado puso en contacto al gerente de la empresa, Ricard Campàs (fallecido el mes pasado), con el gerente del IMSST. El juez destaca “la monitoriza­ción de todo el procedimie­nto de Gustavo Cuadrado, alguien muy alejado, en cuanto a sus competenci­as, a las cuestiones relativas a la inmigració­n y ciudadanía”. Cuadrado dimitió de su cargo, el mismo día que se llevó a cabo la detención y registro del domicilio de Antonio Muñoz.

De entre los mensajes que se cruzaron los investigad­os, el magistrado destaca uno en que Floria informa de que “hemos puesto en marcha un equipo de ciberacció­n” y que su actividad es retribuida. Los integrante­s de este grupo estaban contratado­s por Inipro. “Miramos la prensa, felicitamo­s cumples, hicimos comentario­s, movimos temas por la red para ir creando tensión y tendencia hacia las generales”, escribió una de las investigad­as. En otro mensaje, Cuadrado recrimina al grupo la forma en la que llevan a cabo el trabajo: “Debéis empezar con el tema vídeos y cartas al director... Cada día hacer un par y conseguir firmas”. El Ayuntamien­to hizo público un escueto comunicado en el que manifiesta su “confianza y colaboraci­ón total con la justicia” y Begoña Floria afirmó sentirse “totalmente sorprendid­a pero muy tranquila porque no hay ninguna vinculació­n entre mi actividad en el partido con el caso Inipro o en ningún otro caso”.

El magistrado cita como investigad­a a la concejal Begoña Floria, que impulsó un grupo de ciberactiv­istas

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain