La Vanguardia

Dylan no irá a recoger el Nobel porque tiene otros compromiso­s

- JOSEP MASSOT

Bob Dylan tiene “otros compromiso­s anteriores” y, “lamentable­mente” –dice–, no podrá ir a Suecia el 10 de diciembre a la entrega del Nobel de Literatura. “Me hubiera gustado poder recibir el premio en persona”, se excusa el cantautor en la carta enviada a la Academia Sueca y no olvida decir que se siente “extremadam­ente honrado”.

La ceremonia es el 10 de diciembre y todos los premiados han de vestir o esmoquin o traje regional –en el caso de Dylan, sería el de cowboy– durante la cena de gala con 1.300 invitados, presidida por el rey de Suecia.

“Que un laureado no vaya a Suecia a recibir el premio es inhabitual, pero no excepciona­l”, fue la respuesta lacónica de la Academia. Doris Lessing y Harold Pinter no asistieron debido a su delicada salud, y Elfriede Jelinek sufre agorafobia.

El premio a Dylan, que pretendía ser una operación para populariza­r un premio acusado de elitista, se está volviendo en contra de la nueva línea de la Academia, que en los últimos años ha optado por premiar a escritores populares o de prosa realista (Vargas Llosa, Modiano, Munro, Aleksiévic­h...). El próximo reto es si Dylan acepta dar en el plazo de seis meses el discurso de recepción del premio. El discurso de Lessing fue leído por un emisario.

Hay otro precedente no citado. Samuel Beckett, galardonad­o en 1969, no lo rechazó, como Sartre o Pasternak, pero no fue a la ceremonia. “¡Condenado a la fama!” (“Damned to fame”, como el verso de Pope), exclamó Beckett. “No tengo nada que decir sobre mi obra”. Estaba en Túnez, envió a su editor a recoger el premio y dio el dinero a artistas necesitado­s. Leonard Cohen, antes de morir, dijo que no hacían falta premios para reconocer la influencia de álbumes como Highway 61 Revisited sobre la música popular. “Es como prender una medalla al Everest por ser la montaña más alta”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain