Günter Oettinger
El comisario alemán viajó gratis en el jet de un lobbista del Kremlin
COMISARIO EUROPEO
El comisario europeo de Economía Digital, el alemán Günter Oettinger, ha vuelto a meterse en una situación delicada, este vez por haber aceptado viajar gratis en el avión de un lobbista alemán con lazos con el Kremlin.
Günter Oettinger, el comisario europeo de Economía Digital, de origen alemán, vuelve a estar en el ojo del huracán tras conocerse que aceptó la invitación de un lobbista alemán con lazos con el Kremlin para viajar a Budapest en su avión privado y reunirse con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán. La conducta choca con las normas de la institución, que aconseja a los comisarios usar vuelos comerciales o el contrato firmado con una compañía de aviones privados.
Conforme trascienden nuevos detalles de la historia, más complicada se hace. Oettinger asegura que aquel día, el pasado 18 de mayo, no había vuelos disponibles para llegar a tiempo a la cita. Aunque la agenda de aquella tarde aparece vacía, replica que no todas las citas son públicas y sostiene que estuvo reunido con tres comisarios hasta las seis de la tarde. Oettinger niega haber violado el código de conducta interno a pesar de que el responsable de la invitación, Klaus Mangold –un exdirectivo de Daimler ahora apodado
míster Russia por sus relaciones con este país–, asegura que el coste de la invitación supera los 150 euros que pueden costar como máximo los obsequios a comisarios.
La Comisión Europea anunció ayer que fue el Gobierno húngaro y no el lobbista alemán quien pagó el vuelo. “No se ve como un conflicto de intereses que un gobierno pague los gastos de viaje. Si fuera suficientemente cínico diría que también ahorra algo de dinero a los contribuyentes”, declaró su portavoz. El Gobierno húngaro ha confirmado que el servicio prestado por Mangold entra dentro del contrato que tiene con el lobbista, pero no que la invitación de Orbán se realizara con tan poco tiempo como para no poder viajar por las vías habituales, informa el portal EUObserver.com. Bruselas sostiene que “la única forma de llegar era aceptando la invitación del Gobierno húngaro”. La historia tiene más puntos oscuros, como que Mangold no figura en el registro obligatorio de lobbistas de la Comisión. La explicación oficial es que durante el vuelo no trataron asuntos relacionados con su cartera. Ambos se conocen desde hace tiempo. Mangold ha trabajado para la asociación Ost-Ausschuss, que representa a empresas alemanas con negocios en Rusia y en el 2005 fue nombrado cónsul honorario de este país en Baden-Württemberg, la región de la que procede Oettinger.
Los hechos fueron denunciados en junio por un diario húngaro pero se ha confirmado ahora gracias a una pregunta parlamentaria que la Comisión ha tardado cuatro meses en contestar, en lugar de las tres semanas habituales. El escándalo emerge poco después de que Oettinger pronunciara un desafortunado discurso en el que atacaba a chinos, belgas y homosexuales. El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, mantiene la confianza en él, dijo su portavoz. La última andanza de Oettinger ha caído mal en la Eurocámara, donde muchos se quejan de la inmunidad que le da su pasaporte alemán.