Objetivo: Barcelona, cero residuos
La ciudad se moviliza para informar sobre la Semana Europea de la Prevención de Residuos
La estrategia para prevenir residuos implica reducirlos, reutilizarlos y mejorar la recogida selectiva
Lo que para una persona puede ser un residuo, para otras puede ser una nueva oportunidad
El mejor residuo es aquel que no se genera. Para alcanzar el objetivo “residuo cero”, el Ayuntamiento realiza diferentes actividades en el marco de la Semana Europea de la Prevención de Residuos –que se celebra entre mañana y el domingo 27– y durante la cual se explicará a los barceloneses cómo reducir la generación de desperdicios. Esto es, fomentando la recogida selectiva –con especial énfasis en la de materia orgánica–, incentivando la prevención con acciones para evitar, por ejemplo, el desperdicio alimentario, e incrementando la recuperación, reparación y reutilización de recursos y materias primas –como envases o aparatos eléctricos– o fomentando el intercambio de productos de segunda mano.
CAMBIO DE MODELO
El día a día demuestra que el modelo de consumo basado en usar y tirar, con el que se reduce el ciclo de vida de los productos a un solo uso a pesar de que continúan siendo útiles, conlleva una avalancha de residuos que exige destinar una gran cantidad de recursos a su recogida, gestión y tratamiento a gran escala, especialmente en los núcleos urbanos. También se necesitan recursos para paliar los efectos ambientales negativos, preservar la salud de las personas afectadas por las emisiones contaminantes y los gases de efecto invernadero... La magnitud de estos costes y la imposibilidad de prolongar un modelo de uso de los recursos que resulta inviable, explica los esfuerzos realizados en los últimos años para fomentar la recogida selectiva. Esto es, impulsando la separación segregada de las fracciones más abundantes –vidrio, papel y cartón, y envases. Potenciando una óptima recogiel da de materia orgánica–, y promoviendo los puntos verdes para ofrecer a los ciudadanos la opción de separar también el resto de fracciones aprovechables.
Según el Ayuntamiento, la implicación de los ciudadanos ha sido clave para alcanzar unas cotas de recogida selectiva muy significativas, a pesar que todavía queda camino por recorrer en determinadas fracciones.
Si es verdad que “el mejor residuo es que no se produce”, el concepto de prevención aporta un valor añadido a las estrategias de planificación y gestión, ya que desde el momento en que un residuo/recurso entra en el ciclo de recogida y tratamiento, supone un coste económico, social y ambiental que hay que asumir.
PREVENIR Y REDUCIR
Por este motivo, con la prevención lo que se busca es reducir la generación de residuos y promover un consumo más desmaterializado y más inteligente que no vaya asociado a la generación de un residuo final.
El intercambio, la reutilización, los mercados de segunda mano o el aprovechamiento de los excedentes alimentarios,
por ejemplo, son acciones que ayudan a hacer de la prevención y la reducción desde el origen, la vía para avanzar en la minimización de la carga residual. Por eso es importante el concepto de “economía circular”, la que busca pasar de un sistema lineal basado en producir, utilizar y tirar, a otro donde todo tiene un segundo o tercer uso, como en la naturaleza.
Lo que se pretende es cerrar el ciclo de los materiales para que todo residuo pueda ser transformado en materia prima garantizando la sostenibilidad económica, social y ambiental. Esta transición pide reciclar mentalidades y cambiar hábitos de comportamiento para avanzar hacia una nueva cultura del consumo y de la relación con los recursos.