¿Y si la educación fuera obligatoria hasta los 18 años?
Ensenyament abre el debate para cambiar el modelo educativo
Adelantar un año la entrada en el parvulario, mantener a los niños en el mismo centro educativo hasta los 15 años y prolongar la educación obligatoria hasta los 18 años, con centros en los que convivan los distintos bachilleratos y la Formación Profesional son algunas de las propuestas que el Departament d’Ensenyament quiere que la comunidad educativa debata en los próximos meses en su ánimo de sustituir los decretos por consensos. Hoy se cuelgan virtualmente las cinco ponencias del Ara és demà encargadas a expertos especialistas (Lluís Font, president del Consell Escolar; Joan Mateo, presidente del Consell d’Avaluació; Francesc Pedró, experto educación en la Unesco; Miquel Martínez, catedrático en Teoría de la Educación de la UB, y Neus Sanmartí, catedrática en Didáctica de las Ciencias de la UAB) que aportan nuevos planteamientos provocadores no sólo sobre la estructura del sistema sino también sobre otros asuntos que conciernen a la educación. Por ejemplo, el horario. Así se plantean propuestas de horarios muy flexibles y abiertos en etapas tempranas (parvulario) en las que los padres pueden dejar a sus hijos en el centro por horas en una franja de siete de la mañana a ocho de la tarde para conciliar con los horarios de trabajo. Padres que pueden entrar en la escuela e implicarse. Y planteamientos para los adolescentes distintos a los actuales, con jornadas compactadas, más acordes a sus necesidades de descanso y ocio.
Las ponencias también plantean la formación del profesorado con un máster necesario y al menos un año de prácticas remuneradas en una escuela de referencia (como el MIR de los médicos). Asimismo se propone que los cen-
tros educativos estén basados no tanto en una dirección como en liderazgos que cohesionen los claustros y potencien la labor de los profesores.
El Consell Escolar recogerá las respuestas de la comunidad educativa (profesores, sindicatos, familias, estudiantes, educadores sociales, etcétera), un colectivo que se estima alcance hasta 150.000 personas. “No se trata de que sean favorables a los intereses particulares”, explica Font, sino que “tracen los parámetros fundamentales que permitan identificar y dar sentido a todos los elementos relevantes” y faciliten la creación de un nuevo modelo educativo. El Consell elaborará un informe que entregará a la conselleria a finales de curso.