Menos deberes en una jornada compactada
Las becas comedor deben extenderse todo el año e implicar a todas las conselleries
La escuela no puede marcar el ritmo de cambio de los horarios de la sociedad, se indica, pero ha de ir avanzando hacia una nueva concepción del tiempo. Dentro de la escuela se deben estudiar la distribución de las materias a lo largo del día, según su nivel de dificultad y su naturaleza teórica o práctica, así como los descansos y las comidas. Así se cuestiona si los hábitos alimentarios y de descanso de los adolescentes son compatibles con la jornada compactada (de 8 a 15 h).
En el actual debate sobre los deberes, Lluís Font, presidente del Consell Escolar, tercia que habría que buscar un equilibrio entre la necesaria vida familiar con el refuerzo que necesitan alumnos con ciertas dificultades de aprendizaje o con entornos socioeducativos desfavorables. O bien aquellos alumnos de escuelas innovadoras con metodologías de trabajo por proyectos o clases invertidas. Y propone financiar la educación social para apoyar a los estudiantes con mayores necesidades. En este sentido, la catedrática emérita de didáctica de las ciencias en la UAB, Neus Sanmartí, recuerda que los alumnos incorporan, fijan y recuerdan mejor los conocimientos si después de que les expliquen algo pueden conectar esas primeras ideas con experiencias e informaciones que escuchan, leen o ven en la prensa, en televisión o en internet.
Font propone la creación de un Observatorio sobre la equidad que identifique carencias en el sistema y promueva propuestas en igualdad de oportunidades. Estaría vinculado a grupos de investigación de la universidad.
Respecto a las becas y las ayudas (que no deberían tributar) se sugiere que se extienda a todas las etapas formativas, ampliándose con ayudas al transporte escolar. Asimismo se plantea la necesidad de que las becas comedor tengan un formato que garantice todo el año por lo que, a juicio de Font, sería necesario que se implicaran todos los departamentos de la Generalitat.
Los centros escolares son también objeto de estudio en cuanto a dos aspectos centrales: autonomía y liderazgo pedagógico, no necesariamente concentrado en una sola persona. Francesc Pedró, catedrático de la UPF, y experto en educación de la Unesco, recomienda la evaluación de los centros como recurso de mejora de los mismos.
Sanmartí señala la necesidad de pasar de una escuela que valora o valoraba al alumno obediente a una que valore al alumno autónomo. Se expone asimismo el bajo uso de tecnologías digitales y la necesidad de mejorar las lenguas extranjeras.