Barcelona abrirá un centro para jóvenes desamparados
La teniente de alcalde Laia Ortiz anuncia que el nuevo equipamiento, de 20 plazas, comenzará a funcionar a principios de año Uno de sus objetivos es atender a personas que tuteló la Generalitat hasta que cumplieron la mayoría de edad
La teniente de alcalde Laia Ortiz anunció ayer que el Ayuntamiento de Barcelona pondrá en marcha a principios del año que viene un centro de atención para jóvenes de entre 18 y 25 años que están en situación de vulnerabilidad, que no tienen papeles, que no tienen trabajo, que no tienen donde vivir... Un grupo de educadores tratará de abrirles las puertas a los sistemas educativo y laboral a fin de que puedan valerse por sí mismos. Además, si es necesario, les echarán una mano para que superen sus adiciones.
Sí, uno de los objetivos de este nuevo equipamiento es acabar con el desamparo de aquellos jóvenes inmigrantes que llegaron solos al país y fueron atendidos por la Generalitat hasta cumplir la mayoría de edad. En estos momentos, señaló la teniente de alcalde tras intervenir en una jornada de trabajo y debate sobre el tema organizada por el Col·legi d’Educadors Socials de Catalunya, alrededor de 40 jóvenes se hallan en estas circunstancias en Barcelona. Son, en muchos casos, los niños de la cola, los que inhalan pegamento, que poco a poco se hacen grandes. Su lista de problemas es muy larga... Además, en buena parte de los casos, su situación es ilegales y tienen muchas dificultades para encontrar empleo. Por ello, Ortiz pidió ayer una vez más una reforma de la ley de extranjería que facilite la integración de estos jóvenes, que les abra las puertas a la autonomía y a una vida normal.
El nuevo centro del Ayuntamiento, que supondrá un gasto de medio millón de euros cada año, dispondrá de 20 plazas. Serán rotatorias con el objetivo de que puedan aprovecharlas el mayor número de jóvenes posible. Las estancias comprenderán entre los tres meses y un año. En verdad será una suerte de discreta residencia que intentará orientar a los chavales, que les guiará hacia los diferentes recursos que les ofrece la ciudad. El Ayuntamiento también trabaja con la Generalitat para abrir el año que viene otro centro en la ciudad, en este caso destinado a menores adictos a la cola . Ortiz prefirió no hacer público los emplazamientos de estos equipamientos. La administración local teme posibles reacciones vecinales. El de los niños y jóvenes desampa- rados es un problema social en aumento. La crisis de refugiados que padece el planeta no cesa de multiplicarlo. Este miércoles cuatro menores aparecieron en un camión de ropa procedente de Turquía.
Ricard Calvo, director de la Dgaia, quien también se acercó a la jornada de trabajo de los educadores, recordó que este año llegarán a Catalunya alrededor de 700 menores no acompañados, el 50% de los registrados en 2012. Suelen instalarse en Barcelona, subrayó Calvo, tras viajar desde el sur de España. La mayoría, tres cuartas partes, proceden de Marruecos, el diez por ciento de Argelia y el resto de unos 90 países diferentes. La capital catalana es un polo de atracción para estos menores. En ocasiones su viaje forma parte de un proyecto familiar, y sus padres entienden que aquí tendrán más facilidades para ganarse la vida. Otras veces los motivos son mucho más peregrinos. A veces todo depende del nombre de un equipo de fútbol. Y es que, tal y como subrayaron ayer los educadores sociales, a fin de cuentas, en muchos casos, estamos hablando de niños.