Veto al 60% de los coches en caso de contaminación
El protocolo de actuación del área metropolitana en caso de polución plantea prohibir la circulación a los coches más antiguos
Más de la mitad de los vehículos, aquellos que más oscuros humos emiten, no podrán circular por Barcelona ni las ciudades colindantes cuando se produzcan episodios de elevada contaminación atmosférica. El Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) presentó ayer a los 36 ayuntamientos el protocolo de actuación previsto para los momentos en que se disparen los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) o de partículas PM10. Hablamos de dos contaminantes especialmente nocivos para la salud de las personas. Y no es tan raro que superen por estas latitudes los límites establecidos por la UE y la Organización Mundial de la Salud (OMS). De hecho, la propia AMB prevé que tres veces al año la atmósfera metropolitana presente preocupantes concentraciones de dióxido de nitrógeno.
El nuevo protocolo define la superación de los 200 microgramos de NO2 como fase episodio, y establece que entonces se prohibirá la circulación de vehículos que no cuenten con la etiqueta de la dirección general de Tráfico (DGT) que los acredite como poco contaminantes. Esta medida dejará fuera de juego al 60% del parque automovilístico del área metropolitana: los diésel de más de diez años y los de gasolina matriculados antes del 2000. Aproximadamente un millón de vehículos se verán afectados por la medida.
Durante los episodios de exceso de dióxido de nitrogeno la prohibición de circulación irá acompañada de medidas que supongan un incremento de la oferta del transporte público y carriles bus-VAO especiales. Además, se regulará el aparcamiento para no residentes, se limitará la circulación de taxis y se cambiará el horario de reparto de mercancías. La AMB considera además un escenario aún más sombrío, el que denomina como fase alerta. Este estadio resulta realmente improbable, sostiene el ente supramunicipal, pero caso de que se produjera las restricciones del tráfico serían aún más duras. Entonces, además de limitarse a los vehículos más verdes, se alternaría la circulación de matrículas pares e impares. En el caso de contaminación por partículas (PM10) las medidas que propone la administración son muy similares.
El plan de acción será coordinado por una nueva figura que deberán crear los ayuntamientos metropolitanos, un gestor municipal de los episodios de contaminación que se encargará de coordinar a nivel local las acciones y medidas determinadas. El Ayuntamiento de Barcelona está trabajando en paralelo en un paquete de medidas concretas para la capital catalana.
El protocolo metropolitano fue presentado ayer a los representantes municipales, que podrán ahora incorporar propuestas de mejora y en los próximos meses se aprobará en el consejo metropolitano. Se espera que a lo largo del año que viene pueda ser una realidad, según el vicepresidente de Movilidad del AMB, Antoni Poveda, que plantea la problemática a la Generalitat y el Gobierno para que aborden medidas estructurales como la construcción de carriles bus-VAO y la construcción de aparcamientos park and ride vinculados al transporte público.
La restricción iría acompañada de un incremento de la oferta del transporte público y carriles bus-VAO