De la barca a la mesa
La Barca de Ca l’Ardet ofrece seria cocina de confianza
Corrían los últimos años cuarenta del pasado siglo cuando el turismo, en nuestra Costa Daurada, empezaba a tomar un auge que hacía presuponer importantes cambios en la economía de la zona y, consecuentemente, en sus hábitos familiares y sociales.
Así en 1951, Joan Niu, pescador de profesión, intuyó que dejar de faenar en su barca para ofrecer los frutos del mar en la mesa resultaría más rentable, además de menos duro y arriesgado. Por tanto, guiado por esa idea, decidió montar un chiringuito en la playa de Calafell en el que ofrecer los pescados y productos de la ubérrima tierra del Baix Penedès.
De eso han pasado ya más de sesenta y cinco años, y el negocio inicial se ha transformado en el actual restaurante.
Durante ese tiempo, tras el paso por el negocio del hijo de Joan, Buenaventura, es hoy de nuevo Joan, nieto del fundador, quien se ha hecho cargo de los fogones del establecimiento apoyado en la sala por el buen hacer de su simpática esposa, Maite Pérez.
En su momento, Joan y Maite deciden dejar sus profesiones de ingeniero informático y licenciada en ADE, respectivamente, para dedicarse con ilusión y efectiva profesionalidad a su negocio.
La Barca es un restaurante familiar que desarrolla una cocina sólida, de confianza, basada en un tradicional y medido tratamiento de los productos de la zona.
A modo de ejemplo: la cebolla se carameliza y trata con un cariño destacable y nada fácil de encontrar.
Una extensa carta menú a precio ajustado es la base de la oferta del restaurante.
Con un servicio tan próximo como profesional que hace agradable la estancia, la carta de vinos sorprende por su variada copiosidad.
Esta barca varada en la parte alta de la población ofrece en la mesa una cocina marcada por la seriedad de su artífice y la confianza de una tradición familiar.