El Gobierno anuncia una ley para atajar el botellón entre menores
Sanidad prohibirá beber alcohol en parques infantiles o polideportivos
La muerte de una niña de 13 años por un coma etílico en Madrid y varios ingresos por causas similares han hecho reaccionar al Ministerio de Sanidad, que ya trabaja en una ley para regular el consumo de alcohol de menores y adultos en espacios públicos. Las bebidas alcohólicas llevarán advertencias sobre los riesgos del consumo, como ocurre con el tabaco.
La muerte de una niña de 13 años por coma etílico en Madrid y los ingresos hospitalarios conocidos en las últimas semanas por la misma causa han vuelto a poner encima de la mesa la necesidad de regular el acceso de alcohol a los menores, pese a la prohibición existente. “Voy a trabajar para que esto no vuelva a ocurrir”. Con estas palabras la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, anunciaba ayer en el Congreso una ley contra el consumo de alcohol de los menores, una iniciativa planteada desde hace más de una década por sucesivos ministros que tuvieron que guardar en un cajón ante las fuertes reticencias del sector de las bebidas de menos graduación, en concreto del vino y la cerveza. En este momento, según indicó la ministra, las conversaciones van por “buen camino” y es muy posible alcanzar el acuerdo con el sector. Fuentes del Gobierno indicaron a este periódico que la “buena voluntad” está relacionada con el acuerdo de que la subida de impuestos especiales a las bebidas alcohólicas no afectará a las de menor graduación.
Sea como fuere, en materia de salud pública, esta legislatura estará marcada por una ley, que en este momento está muy avanzada. No en vano, en ella trabajaron durante la anterior legislatura una decena de grupos de expertos y, según Montserrat, se “utilizará todo ese material” en la elaboración de una norma que, espera, vea la luz con el máximo consenso posible por parte de los grupos políticos, el sector y las sociedades científicas.
La ministra cree fundamental trabajar la concienciación para conseguir el “consumo cero” entre los menores. ¿Cómo? Abriendo el debate a toda la sociedad, como ya se hiciera con la ley de seguridad vial que estableció el carnet por puntos, la ley del tabaco y la de la violencia de género. “Creo que es la principal arma que tenemos y la más efectiva”, indicó.
En cuanto al marco normativo, la ministra confirmó que la futura ley regulará el consumo de alcohol. Así, según el texto que en este momento está encima de la mesa en el ministerio, los menores de 18 años no podrán beber bajo ningún concepto, mientras que los adultos lo tendrán prohibido en espacios públicos en los que haya niños, como es el caso de los parques infantiles, los centros deportivos, centros escolares y el transporte público. También en la vía pública (aunque no sea botellón), medida que muchos ayuntamientos ya han puesto en marcha. En el caso de los menores, la multa deberá ser pagada por los progenitores o bien podrá ser sustituida por servicios a la comunidad.
El borrador de la norma, que el exministro Alfonso Alonso guardó en un cajón, incluía estas medidas, que justificaba en la necesidad de quitar de la vista de los menores el consumo de alcohol, una práctica extendida en un país donde ingerir alcohol es una práctica socialmente muy aceptada.
Esta misma justificación se extiende a la prohibición de vallas publicitarias en las proximidades de los espacios antes citados. Tampoco podrán exhibirse en los escaparates, bebidas alcohólicas (salvo aquellas tiendas especializadas).
La ministra confirmó a este periódico que la futura norma incluirá, en el caso de que exista ese ansiado acuerdo, etiquetas advirtiendo del riesgo del consumo de alcohol en los menores, en la línea de las existentes actualmente en las cajetillas de tabaco.
Además de concienciación y regulación del consumo, una de las principales preocupaciones de la titular de Sanidad es el control de la venta, sobre todo en los bazares y tiendas de estas características. En este sentido, buscará el refuerzo, además, del Ministerio del Interior, las comunidades y los ayuntamientos para cercar todo lo posible la venta a los menores. El borrador de la ley redactado en la anterior legislatura también contemplaba multas de entre 300 y 90.000 euros para aquellos adultos que compraran bebidas alcohólicas a los menores (la cuantía depende de la reincidencia).
¿Y los padres? El borrador citado establecía que los padres de aquellos menores que hubieran sido atendido en varias ocasiones por los servicios sanitarios por el consumo de alcohol y se comprobaba que sabían previamente que los adolescentes iban a beber podrían ser sancionados. Montserrat no cree “en la sanción monetaria”, aunque considera que en algunos casos muy graves “quizá” sea razonable el apercibimiento a los progenitores. La ministra, antes de hablar de multas, sanciones y prohibiciones, cree que hay que poner el foco en la concienciación. A su juicio, si la sociedad entiende que los menores no deben beber porque es dañino para su salud “hará algo” para evitarlo. Y será consciente de que no se puede beber alcohol en cualquier lugar, ni en cualquier circunstancia.
“Debemos instaurar un debate sobre el riesgo del consumo de alcohol por menores, hacer un proceso parecido al del tabaco y por tanto necesario”, indicó. Dolors Montserrat está convencida de que “entre todos lo conseguiremos”.
DOLORS MONTSERRAT
La ministra apuesta por la concienciación para lograr el “consumo cero” entre los jóvenes
IGUAL QUE EL TABACO
Las bebidas alcohólicas llevarán advertencias sobre los riesgos para los escolares
TAMBIÉN PARA LOS ADULTOS
Se fijará la prohibición en parques infantiles, autobuses o polideportivos