Alemania detiene a un islamista infiltrado en sus servicios secretos
El hombre, de origen español, se convirtió y radicalizó a espaldas de su familia
Un ciudadano alemán de origen español, que ejercía de informante de los servicios secretos de Alemania, fue detenido tras descubrirse que era un topo islamista, según confirmó anteanoche la Fiscalía de Düsseldorf, que lleva el caso. Las autoridades investigan ahora si el detenido llegó a causar algún problema a la organización, al tiempo que descartaban ayer que el hombre, un ex empleado de banca de 51 años, casado y padre de cuatro hijos, tuviera planes concretos para facilitar un atentado. El topo se había convertido en secreto al islam hace dos años.
“Tenemos aquí un caso en el que una persona se radicalizó sin que lo notara su círculo más cercano”, dijo Hans-Georg Maassen, presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV, por sus siglas en alemán), los servicios secretos para el interior del país. El hombre –cuyo nacimiento sitúan en Almería algunos medios alemanes– tenía el encargo de chatear en ámbitos salafistas para localizar a potenciales radicales violentos.
En vez de eso, se presentaba como empleado de la BfV, compartía información confidencial, y propuso organizar actos violentos contra “infieles”, lo cual sería “grato a Alá”, según dijo. “Hay que estar preparado para ayudar a nuestros hermanos”, afirmó, según la Fiscalía. En esas, resultó que uno de sus interlocutores en el chat era otro espía de la BfV, quien lo puso en conocimiento de la agencia, y se desencadenó así la investigación que llevó a desenmascararle. Ya detenido, el topo hispanoalemán admitió que su objetivo era infiltrarse en los servicios secretos para advertir a sus “hermanos musulmanes” de las investigaciones que se hacían sobre ellos. La BfV le contrató en abril.
Tobias Plate, portavoz del Ministerio del Interior, se felicitó de que hubiera sido un informante de la propia BfV el que condujo a la detención. Con todo, lo sucedido supone un nuevo bochorno para las fuerzas de seguridad y los servicios secretos, después de que a mediados de octubre se suicidara en su celda el refugiado sirio Jaber Albakr, que amasaba explosivos en un piso y planeaba un ataque yihadista.
El detenido es sospechoso de revelación de secretos oficiales e intento de participación en un delito. Con todo, las autoridades no creen que llegara a proporcionar informaciones relevantes de la BfV a islamistas. Esta agencia ha creado en los últimos tiempos 2.800 puestos de trabajo. Los aspirantes son investigados, incluidos su familia y entorno, durante unos seis meses.
Las ediciones digitales de la prensa alemana eran pródigas en información sobre el espía, pero quizá el detalle más sorprendente de su biografía fue el aportado por el tabloide
Bild, citando fuentes de la investigación. Según Bild, que identifica al detenido como Roque M., en el registro de su casa de Tönisvort (land de Renania del Norte-Westfalia) el 16 de noviembre, los agentes encontraron no sólo pruebas de su traición a la BfV. También hallaron películas pornográficas para público gay, en las que el propio Roque figuraba como actor, circunstancia esta en todo caso irrelevante para los presuntos delitos investigados. Según el diario, el hombre utilizaba en sus chats islamistas el mismo alias que usó antes como actor porno.