Cambiar la energía, proteger el clima
La CE se apoya en las renovables para cumplir con el acuerdo de París
La Comisión Europea ha presentado en Bruselas su esperado plan de medidas para promover la transición energética, que pivotarán en gran parte sobre el fomento de las energías renovables. La hoja de ruta busca cumplir con los objetivos del acuerdo de París contra el cambio climático. Las propuestas persiguen ordenar el desarrollo de las energías renovables eliminando el actual sistema de primas, fomentar el autoconsumo con fuentes renovables y reforzar las interconexiones eléctricas entre países. Los grupos ecologistas critican, sin embargo, que el plan es poco ambicioso y no acaba con los subsidios a las energías fósiles. El plan pretende que al menos el 27 % de la energía que se consuma en la Unión Europea en el año 2030 provenga de fuentes renovables. Las metas comprometidas exigen en el horizonte del 2030 una reducción del 40 % de las emisiones de gases de efecto invernadero (respecto a 1990) y mejorar un 30% la eficiencia energética.
1 DESCARBONIZACIÓN. La UE asume el principio de que hay que descarbonizar la economía y lograr a mitad de siglo las emisiones de gases de efecto invernadero no superen las que el sistema natural puede absorber por sí mismo. “Las nuevas reglas sitúan a Europa en el primer plano de la transición hacia la energía limpia”, dice Miguel Arias Cañete, comisario de Acción por el Clima y Energía.
2 META DE RENOVABLES. La CE ha rebajado lo aprobado en el Europarlamento y, en lugar del 30%, rebaja al 27% la meta sobre renovables para el 2030. ¿Y si algún país no cumple? Cañete explicó que los estados elaborarán planes nacionales integrados de energía y clima para evaluar si cumplen su senda para el 2030 (donde se evaluará la penetración de las renovables así como la reducción del conjunto de emisiones de CO2 (transporte, agricultura...). La UE no deja claras las herramientas que tiene para que los estados cumplan con su parte proporcional de responsabilidad.
3 SUBASTAS. Bruselas cambia el modo de ayudar a las fuentes renovables. El actual sistema, basado en primas a la producción de energía limpia (que pagamos en el recibo de la luz), se sustituye básicamente por subastas, de manera que se acometerán los proyectos que ofrezcan mejores precios. El argumento es que no se quiere que haya discriminaciones entre las diferentes tecnologías de energía, aunque habrá cupos para los pequeños proyectos (que no podrían competir con los grandes). “También se dice que no se podrán hacer cambios frecuentes en la regulación, ni habrá medidas retroactivas. Esto es muy positivo; faltaba en la directiva anterior”, valora José Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica.
4 AUTOCONSUMO. Los consumidores podrán participar en el mercado mediante la autoproducción o autoconsumo de fuente renovables. Podrán vender a la red sus excedentes y obtener un precio retribuido por ello. También se da luz verde a la modalidad del autoconsumo colectivo (en comunidades de vecinos o de industrias) o con empresas de servicios energéticos, opciones que están ahora prohibidas en la normativa española. El resultado es que todos los autoconsumidores podrán, pues, vender el excedente (algo que sólo pueden hacer ahora en España las plantas de autoconsumo de más de 10 kW, es decir las industriales). En cambio, la norma europea prevista no recoge el balance neto: la posibilidad de que en la factura de la luz que paga el productor/ consumidor se obtenga calculando la diferencia entre la energía vendida a la red y la que se compra.
5 PRINCIPIO CONSAGRADO. “La CE consagra el derecho de la ciudadanía a producir su propia energía y vender sus excedentes a la red eléctrica. Así se deja en evidencia la normativa española que, además de imponer un impuesto al sol (instalaciones de más de 10 kW), grava de manera innecesaria y discriminatoria a la ciudadanía con multas disuasorias y trabas administrativas exageradas”, dice Sara Pizzinato, portavoz de Greenpeace.
6 SUBSIDIOS AL GAS. Las medidas propuestas por la CE incluyen mantener los subsidios conocidos como pagos por capacidad para las plantas de gas o carbón en reconocimiento a su papel como respaldo o soporte de las fuentes renovables; es decir, por su utilidad cuando no sopla el viento o baja la producción eléctrica. El mercado eléctrico en la UE ya acusa un exceso en la capacidad instalada de centrales térmicas. Estos subsidios podrían prolongarse 10 años más, pero las centrales térmicas que se acojan a ellos deberán tener un tope de emisión de 550g de CO2 producido por kilovatio/hora. Expertos como Christian Schaible (Oficina Europea de Medio Ambiente) opinan que este tope no afectará a ninguna térmica de carbón europea.
7 CRÍTICAS. “Estas propuestas están hechas para favorecer a las grandes empresas energéticas contaminantes. Pretenden dejar que los gobiernos sigan regalando dinero público a las centrales térmicas al menos durante otra década, lo que pondrá en riesgo la capacidad de la UE para cumplir con sus compromisos sobre cambio climático”, dice Pizzinato.
8 PRIORIDAD DE ACCESO. Se propone que las instalaciones de energías renovables dejen de tener prioridad para verter la energía producida sobre las redes eléctricas, como tienen ahora respecto a las fuentes convencionales.
9 EFICIENCIA ENERGÉTICA. La CE quiere mejorar la eficiencia energética en un 30 % en el 2030 y situar este criterio como gran pilar de su política la rehabilitación de edificios, que representan el 40 % del total de la energía consumida. Se incrementarán los estándares de eficiencia de los electrodomésticos y se favorecerán las interconexiones eléctricas, para que el 15 % de la energía pueda ser transportada a otros Estados.
10 INVERSIÓN. Al movilizar hasta 177 000 millones de euros de inversión pública y privada al año a partir del 2021, este paquete de medidas puede generar un aumento de hasta un 1 % del PIB durante la próxima década y crear 900 000 empleos nuevos.