Las barcelonesas hacen virar la ciudad a valores más progresistas
El porcentaje de mujeres que se consideran de izquierdas ya supera al de los hombres
Barcelona es hoy una ciudad más progresista que hace unos años, cuando la crisis golpeó con más dureza las economías domésticas y las conciencias de sus habitantes y estos, quizás por un instinto de supervivencia, se cerraron más en sí mismos y se volvieron más conservadores. En este cambio en la escala de valores de los barceloneses, las mujeres, y en especial las que tienen entre 30 y 50 años, están teniendo una influencia decisiva. Esta es una de las muchísimas lecturas que pueden hacerse de los resultados de la encuesta de valores 2014 y de un estudio cualitativo sobre esos valores realizado este año, que ayer fueron presentados y debatidos en una jornada organizada por el Ayuntamiento de Barcelona en el Born.
El trabajo de campo de la encuesta de valores presentada ayer se efectuó entre el 28 de octubre y el 13 de diciembre de 2014, en puertas de las elecciones municipales que llevaron a Ada Colau a la alcaldía de Barcelona. Esta es la última entrega hasta el momento de una serie de sondeos de las mismas características, hecha partir de 1.500 entrevistas a domicilio, que arrancó en 1998 y de la que cada cuatro años se escribe un nuevo capítulo. Es en esta última encuesta en la que se observa un decantamiento más claro de los barceloneses hacia la izquierda ideológica y la aceptación de valores etiquetados como progresistas. Así, en una escala de 1 a 7 en que el 1 representaría la extrema izquierda y el 7 la ultraderecha, la media se sitúa en un 2,8, es decir más a la izquierda que nunca (en el 2010, la media era de 3,1). Un dato revelador del papel que han adquirido las mujeres a la hora de perfilar los valores mayoritarios de esta sociedad es el de que un 40,7% de las entrevistadas se califica de izquierdas, un porcentaje mayor que el de hombres (38,5%). Por lo que respecta al sentimiento de pertenencia patriótica de los habitantes de Barcelona, también se observa una evolución hacia las posiciones más catalanistas: en una escala en la que el 1 identificaría a aquellos que se sienten sólo españoles y el 7 a los que se consideran únicamente catalanes, la media de Barcelona se ubicaría en el 3,5, una déci- ma más que en la encuesta del año 2010.
El estudio de los resultados realizado por Oriol Bartomeus, doctor en Ciencias Políticas de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), señala que “las mujeres, en su conjunto, son las líderes a la hora de modificar algunos elementos ligados a su papel social y familiar”. El profesor precisa que “la transformación de los valores ligados al rol femenino no es atribuible al relevo generacional, sino al cambio de valores en el colectivo femenino, independientemente de la edad”.
Una de esas transformaciones de los valores sociales se observa claramente en todo aquello relacionado con la familia y la vida la-
CAMBIO DE TENDENCIA Una encuesta apunta que la sociedad supera una fase conservadora asociada a la crisis TOLERANCIA Los nuevos modelos de familia obtienen la aceptación mayoritaria de la población
tuvo acompañada por sus homónimos de l’Hospitalet, Badalona, Terrassa, Sabadell y Santa Coloma de Gramenet. Núria Marín, Dolors Sabater, Jordi Ballart, Juli Fernández y Núria Parlon, junto a Colau, escenificaron un frente común con una posición unánime. “No es habitual que nos encontremos los seis alcaldes de los municipios más poblados, la ocasión se lo merece porque estamos al límite y en algunos momentos nos hemos sentido muy solos”, apuntó Marín. Ballart, por su parte, la definió como “una imagen de unidad que demuestra valentía y coordinación del mundo local”.
Las cuatro alcaldesas metropolitanas y los dos del Vallès quieren que la nueva ley dote de más instrumentos a los ayuntamientos y vaya acompañada de un mayor esfuerzo presupuestario. Esperan que se tengan en cuenta las enmiendas presentadas por ellos en su momento y que los grupos políticos en el Parlament recojan ahora su voz.
Una de las principales peticiones es que los grandes propietarios de viviendas estén obligados a garantizar el realojamiento de las familias desahuciadas en todos los casos en los que se acredite la vulnerabilidad de los afectados y que los bancos regularicen la situación de las viviendas ocupadas. Otro frente abierto es la regulación del precio del alquiler. Cómo poner límites a la subida de precios que se viene registrando en los últimos meses parece difícil, los ayuntamientos quieren que al menos la ley lo haga posible en el caso de los pisos que sean de grandes tenedores.
Para Parlon, “es necesario un abordaje integral del problema”. Y es que aunque las calles se llenen de luces y compradores estos días, la situación de muchas familias sigue siendo muy complicada. Durante la semana pasada, en la capital catalana, el Ayuntamiento tuvo conocimiento de 102 desahucios de familias vulnerables, de los cuales se ejecutaron únicamente seis y todos ellos fueron realojados. A diferencia de la época en la que Colau lideraba la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), el 70% de los desahucios en los últimos meses se producen por impago de alquiler.
“La realidad es cambiante y los ayuntamientos somos la última administración, la que tiene menos recursos pero está a pie de calle”, remarcó Dolors Sabater, para pedir que se escuche la voz de los municipios metropolitanos frente a un problema por el que dan la cara cada día ante los vecinos.