La Vanguardia

Atascados en Alicante

El Barça, con sus seis fichajes, se estrella de nuevo contra una defensa de cinco

- CARLES RUIPÉREZ

DOS CATEGORÍAS DE DIFERENCIA

Con rigor y orden defensivo basta en estos momentos para enjaular y maniatar al equipo de Luis Enrique

SÓLO CHUTÓ DE FALTA

NO TENDRÁ QUE REMONTAR

Los seis fichajes del Barcelona, que costaron 122 millones este verano, fueron incapaces de ganar en el Rico Pérez de Alicante en la Copa del Rey. Y el Barça, sin el tridente pero con todas sus incorporac­iones, hubiese perdido si no hubiese sido porque un canterano de los cinco que debutaron, Carles Aleñá, rescató al primer equipo.

Luis García Tevenet, que se ha enfrentado al Barça en los dieciseisa­vos de final en tres de las últimas cuatro temporadas con el Cartagena, el Huesca y ahora con el Hércules, se apuntó a la moda de jugar a los blaugrana con defensa de cinco. Algo que ya hicieron el Málaga, el Granada y el Alavés con muy buenos réditos pero también el Betis y el Celtic, aunque sin tanta suerte. Y el equipo de Luis Enrique se volvió a estrellar contra ese muro.

La táctica ultradefen­siva se está demostrand­o como el mejor antídoto para enjaular a los barcelonis­tas, a los que se les van acabando las ideas a medida que van pasando los minutos.

Da igual la diferencia de dos categorías entre ambos conjuntos. La verdad es que con un poco de rigor defensivo y de orden basta en estos momentos para frenar al Barcelona, que echó en falta a sus jugadores con más regate para desequilib­rar en el ataque estático. Rafinha y Arda, que hicieron de extremos, apenas se fueron de sus marcadores pues no son jugadores de encarar sino más combinativ­os, pero los espacios escaseaban.

Los que más ganas le pusieron fueron los interiores Denis Suárez y Carles Aleñá. El primero porque sabe que se está jugando la posibilida­d de tener minutos en su primer clásico. El segundo, el más joven – aún está en edad juvenil–, fue el más atrevido. Debutaba y no desaprovec­hó la oportunida­d de dejarse ver y exhibir esa zurda en que tantas esperanzas hay puestas. Pero a la circulació­n del balón tampoco ayudó el papel poco ofensivo que tuvieron los laterales. Ni Digne ni Aleix Vidal –después de su permiso para casarse– desdoblaro­n por la banda, demasiado funcionari­ales, sin querer complicars­e la vida.

Capítulo aparte merece Paco Alcácer, que no encuentra la paz ni el gol ni la satisfacci­ón. El delantero de Torrent suma y sigue sin estrenarse. Ya son 9 partidos los que lleva con la camiseta blaugrana y se le sigue resistiend­o besar la red. Es cierto que ayer tuvo ocasiones e intervino en el juego –sobre todo en la primera parte–, no como el día del Málaga, pero no le sale nada. Está gafado, como si le hubiesen echado un mal de ojo.

Alcácer se movió, se ofreció, tiró desmarques, presionó, intentó alguna frivolité como un remate de espuela, incluso centró él para que otros buscasen la gloria pero sólo se acercó al gol con un disparo de falta.

Paco Alcácer no encuentra la paz y ya suma 412 minutos sin marcar con la camiseta blaugrana Aleñá, en edad juvenil, rescató al Barça después de que el Hércules se adelantase en el marcador

El exvalencia­nista no es un especialis­ta a balón parado pero con la excusa de que la había provocado él, se apoderó de la pelota. El disparo, raso, lo alejó el portero Buigues, que ya casi no debió ensuciarse más en la primera mitad.

Viendo que se acercaba el descanso y que su equipo, sin sufrir grandes agobios, se iría a los vestuarios con el partido empatado y sin encajar gol, el público del Rico Pérez se fue animando. Hasta se atrevió a corear unos “olés” cuando el Hércules consiguió dar una decena de pases seguidos, sorteando la presión blaugrana.

Pero la situación aún se puso mejor para los locales cuando ni Borja López ni Digne despejaron un centro desde la banda izquierda del Hércules de Salinas. Ni uno ni otro limpiaron el peligro y permitiero­n que en el segundo palo Mainz rematase a la red de un vendido Cillessen con el pecho. Ahí sí que la fiesta de la grada era completa, imaginándo­se de nuevo fastidiand­o al Barça, como en la temporada 1996-97 y la 2010-11.

El Barça no perdía contra un equipo de categoría inferior desde el 2004 contra el Gramenet. Así que, inmediatam­ente, Luis Enrique reaccionó mandando calentar a André Gomes pero antes de que el portugués –el fichaje más caro de este verano en Can Barça– pudiese salir, Carles Aleñá arregló el desaguisad­o con un zurdazo espectacul­ar. El chaval evitó que el Barcelona tuviese que remontar en el partido de vuelta por primera vez desde que esta ronda se vuelve a jugar desde doble partido. Tuvo que ser un canterano el que salvase a los fichajes en Alicante.

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JOSE JORDAN / AFP El centrocamp­ista de la cantera Carles Aleñá supera al jugador del Hércules Juanma Espinosa
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