El PSOE avala el techo de gasto a cambio de subir el salario mínimo
El acuerdo con el PP permitirá a Rajoy ir a Bruselas con un amplio apoyo político
PAQUETE DE MEDIDAS “Logramos objetivos que beneficiarán a la sociedad española”, justifican en Ferraz
Mientras el PSOE le tira en público los trastos a la cabeza al Gobierno –e intenta desmontar los aspectos que considera más dañinos del legado de la mayoría absoluta del PP–, en privado acaba de sellar su primer gran pacto tras haber despejado la investidura de Mariano Rajoy. Así, en reuniones y contactos discretos, el PSOE ha negociado con el Ejecutivo un amplio paquete de medidas que permitirán aprobar el techo de gasto, que es la antesala de los presupuestos generales del Estado.
La negociación se ha desarrollado al máximo nivel. Por parte del Gobierno participaron el propio Rajoy, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y los ministros Cristóbal Montoro y Luis de Guindos. En nombre del PSOE intervinieron, en el plano político, el presidente de la gestora, Javier Fernández, y el portavoz del grupo parlamentario, Antonio Hernando; y en el terreno económico, el exministro Valeriano Gómez y Pedro Saura.
La fórmula para alcanzar el acuerdo –todo un clásico de algunos de los referentes del nuevo mando del PSOE–, fue la de ampliar el índice que cuestiones a discutir para que, mediante exigencias y cesiones, al final cada parte pueda colgarse su propia medalla. Y la actual dirección interina del PSOE, consciente de que este pacto con el Gobierno será utilizado por Podemos y los sectores socialistas críticos como ariete para atacarles y acusarles de “colaboracionismo” con el PP, salió sin pérdida de tiempo a la palestra para exhibir su medalla: la subida de un 8% del salario mínimo interprofesional, que pasará así de 655,2 a 707,6 euros de manera inmediata. Antonio Hernando anunció de buena mañana que esta medida era “requisito sine qua non para poder apoyar el objetivo de déficit y de deuda”.
Se trata sólo de una de las partes del acuerdo global sellado entre PSOE y Gobierno, entre las que también se encuentra abrir la mano del déficit de las comunidades autónomas hasta el 0,6% del PIB para el 2017. Pese a que presidentes socialistas como el valenciano Ximo Puig lo consideran muy insuficiente. La dirección del PSOE habría sacrificado así en parte los intereses de Puig o la balear Francina Armengol –que encabezan gobiernos de coalición, advierten– para lograr un acuerdo que le permita exhibir un resultado socialmente aceptable ante los críticos internos y externos del partido. “No estamos totalmente satisfechos –zanjaron anoche en Ferraz–, pero gracias a la presión del PSOE se están logrando objetivos que van a beneficiar a la sociedad española”.
El pacto también incluye que los ajustes a los que obliga Bruselas se produzcan vía aumento de ingresos –a través del impuesto de sociedades, fundamentalmente, y también de los gravámenes a alcohol, tabaco y bebidas azucaradas–, y que se aumente la cotización a la Seguridad Social, eliminando topes máximos.
Rajoy perseguía con este acuerdo llegar a Bruselas, donde tiene que entregar el marco financiero asumible para las autoridades europeas, con un apoyo más amplio. Y eso es lo que ocurrirá porque el pacto permitirá que el PSOE facilite con su abstención la aprobación de los objetivos de déficit del techo de gasto. No obstante, después prevé presentar una enmienda a la totalidad del proyecto de presupuestos del Estado, dando por hecho que el PNV facilitará que se puedan tramitar y, por tanto, negociar sus distintas partidas.