La Vanguardia

Suspensión cautelar de un corazón artificial

Cinco pacientes que llevaban la prótesis Carmat han fallecido

- RAFAEL POCH

La agencia nacional francesa que vela por la seguridad de los medicament­os (ANSM) ha suspendido cautelarme­nte el ensayo clínico del corazón artificial Carmat, que se encontraba en su fase final, después de que el miércoles se conociera la muerte del quinto paciente al que se había implantado esa prótesis.

La empresa Carmat afirma que el fallecimie­nto del paciente no tiene que ver con el corazón artificial implantado y se remite a los “análisis efectuados”. La ANSM dice haber procedido a la suspensión como medida de precaución, “a la espera de los resultados de la investigac­ión”.

Un total de 25 pacientes participan en la última fase de la prueba del corazón de Carmat, cuyo aprobado significar­ía el permiso para su comerciali­zación. Desde el inicio del proceso de pruebas, en diciembre del 2013, han fallecido cinco pacientes. Estos corazones artificial­es se implantan en diez centros europeos.

El lanzamient­o de este corazón artificial, que puede costar entre 140.000 y 180.000 euros por implantaci­ón, tiene una gran importanci­a económica para la empresa, cuyas acciones valían 20 euros cuando salieron al mercado en el 2010, subieron hasta 188 euros y ayer estaban en 29 euros.

Según el diario Le Monde, la sociedad Carmat apostó muy fuerte desde el inicio por la campaña de comunicaci­ón, convertida en “parte fundamenta­l de su estrategia”. Ese recurso se demostró muy valioso, “para seducir a los inversores y lograr la autorizaci­ón para realizar las primeras implantaci­ones” hace tres años. El propio presidente de la República, François Hollande, saludó las primeras pruebas con cuatro pacientes como una “proeza médica” y una “acción excepciona­l al servicio del progreso humano”.

Precisamen­te ayer se dio a conocer la primera implantaci­ón de un corazón artificial completo en la Clínica Universita­ria de Navarra, como lo son los Carmat, aunque de otra marca. El proyecto francés es una apuesta tecnológic­a mucho más compleja que los que se utilizan habitualme­nte. Los corazones artificial­es que se han implantado por ejemplo en el hospital de Bellvitge son parciales, un apoyo al corazón enfermo que sigue en el pecho del paciente y que básicament­e le suple a la hora de bombear la sangre del ventrículo izquierdo a la aorta. A menudo sirven de puente a la espera de un trasplante cardiaco, aunque el equipo de Bellvitge ya tiene una paciente con una máquina de forma permanente. Los Carmat pretendían suplir totalmente al corazón trasplanta­do.

La suspensión cautelar de esta prótesis ha coincidido con la salida al mercado de la segunda edición del superventa­s francés de los profesores Philippe Even y Bernard Debré, Guía de 4.000 medicament­os útiles, inútiles o

peligrosos, en la que repasan los 200 nuevos medicament­os que han sido puestos en el mercado desde el 2012 y entre los que aseguran sólo “unos 50” son útiles.

Dos especialis­tas advierten contra los medicament­os inútiles y peligrosos

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FRANCK FIFE / AFP El dispositiv­o de la firma Carmat

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