Desalojada la última finca que impedía abrir Diputació
La demolición del número 22-24 de Creu Coberta permitirá mejorar las conexiones entre el Eixample y Sants-Montjuïc
La maraña urbanística que impedía la ampliación de la calle Diputació hasta el barrio de Sants está terminando de despejarse. Ya nada impide que se abra allí un nuevo vial peatonal, se levante un edificio de viviendas, se construya un equipamiento municipal y también un hotel. Las obras de la nueva Diputació, que durarán unos nueve meses, comenzarán durante el segundo trimestre del año que viene. Agentes de la Guardia Urbana y de los Mossos d’Esquadra desalojaron ayer por la mañana el número 22-24 de la calle Creu Coberta. No hubo incidentes. De este modo por fin podrá llevarse a cabo un plan que ya empezó a pergeñarse en la década de los setenta.
La prolongación de Diputació, una calle en estos momentos interrumpida a la altura de la de Tarragona, ya estuvo planteada en el Plan General Metropolitano de 1976. El desalojo realizado ayer fue instado por la empresa municipal Barcelona Gestión Urbanística, ente que gestiona los trámites de varios edificios y solares de la zona afectados por un Plan Especial de Reforma Interior aprobado en 1994. El primer objetivo de este proyecto urbanístico era mejorar las comunicaciones entre los distritos del Eixample y de Sants-Montjuïc para descongestionar el siempre intenso tráfico de la plaza Espanya.La verdad es que enrevesados conflictos en torno a la propiedad de las fincas y, cómo no, la crisis económica retrasaron todo el proceso. Las demoliciones se vinieron produciendo de un modo muy lento, con cuentagotas. Pero las demoras lo fueron transformando. Ahora, desde ya hace años, el objetivo del Consistorio es que la ampliación de Diputació dé pie a un vial sin humos, una amable calle que invite al paseo, que apenas registre tráfico rodado... Todavía están por definir los últimos detalles, si acaso la peatonalización será completa o si se implantará una zona 30.
En principio el proyecto municipal prevé que la sección de este fragmento terminal de Diputació tendrá dos niveles. El lado este se configurará con una acera de siete metros de ancho y el resto constituirá una semiplataforma única. En el tramo central, de unos 5,5 metros, se concentrará el espacio destinado al tráfico, apto solamente para los vecinos del lugar, vehículos de servicio y también bicicletas. El hotel sumará más de 5.000 m2 de techo, tendrá ocho plantas de altura y lucirá tres estrellas. Fuentes municipales detallaron que este proyecto se tramitó antes de que entrara en vigor la moratoria de nuevos alojamientos turísticos, de modo que arrancará cuando lo decidan sus promotores. En la zona también se levantará un edificio de viviendas, también de iniciativa privada, de algo menos de mil metros cuadrados de techo, así como un equipamiento municipal de unos cuatro mil. El Ayuntamiento todavía tiene que decidir qué servicios prestará.
En el número 22-24 de la calle Creu Coberta vivían ocho personas de origen rumano que se dedican a la búsqueda de chatarra. Los servicios sociales del Ayuntamiento les ofrecieron la posibilidad de buscar alojamiento a través del centro de urgencias y emergencias sociales de Barcelona. Fuentes municipales explicaron que el Ayuntamiento tuvo que recurrir a la fiscalía para llevar a cabo el desalojo porque cada vez que los servicios sociales se acercaban a la finca se encontraban con inquilinos diferentes. Cinco jóvenes del movimiento okupa del barrio se colgaron de la fachada, encadenándose a los balcones del inmueble, a modo de protesta durante un rato. El desalojo concluyó sin más incidentes al mediodía. Al poco los obreros emprendieron por fin la demolición de la finca. En uno de sus laterales, Kenor, uno de los grafiteros más afamados de Barcelona, dibujó un gran mural.
En el lugar también se levantará un hotel, viviendas y un equipamiento municipal