Desarticulada una red criminal de apuestas
Duro golpe al amaño de apuestas en el tenis. La Guardia Civil comunicó ayer la detención de 34 personas en varias provincias españolas, entre ellas siete tenistas, relacionadas con una organización criminal cuyo epicentro se encontraba en Sevilla, dedicada al amaño de partidos con la intención de obtener dinero mediante apuestas fraudulentas. Los agentes calculan que los cabecillas pueden haber ganado en torno al medio millón de euros por este sistema. Los torneos investigados son 17 y se celebraron en su mayor parte en Sevilla, pero también en Huelva, Tarragona, Madrid, Oporto y otros lugares que están bajo sospecha.
Los siete tenistas detenidos son en su mayor parte varones de entre 17 y 30 años y figuran entre los puestos 800 y 1.400 del ranking de la ATP. La operación policial se llama Futures porque la mayor parte de los amaños se produjeron en esta categoría, en la que compiten jóvenes tenistas que están empezando en el circuito profesional, aunque también se han detectado irregularidades en la categoría Challenger, una inferior a la considerada primera división del tenis.
El modus operandi era el mismo en todos los casos. Un tenista intermediario de la organización se ponía en contacto con los jugadores susceptibles de corromperse, a los que conocía por haber competido o entrenado con ellos. Este enlace les ofrecía dinero, que solía ser unos 1.000 euros, por amañar determinados aspectos del juego como dejarse ganar juegos con el servicio a favor, perder sets sin luchar por la victoria o, en el caso más extremo, dejarse ganar el partido.
Una vez conseguida la complicidad del deportista, la organización lo comunicaba a un grupo cerrado creado en aplicaciones de mensajería instantánea, como Telegram, en el que participaban familiares o amigos que efectuaban las apuestas. Fue el incremento de apuestas en estos torneos lo que llamó la atención de la Tenis Integrity Unit, el organismo internacional encargado de velar por la integridad en este deporte, quien puso el hecho en conocimiento de la Guardia Civil. La policía distingue tres grupos de detenidos: tenistas jóvenes poco conscientes de las consecuencias de sus actos, jugadores más veteranos dedicados a explotar el amaño y los cabecillas que proporcionaban cuentas bancarias y cobertura. El juzgado de Sevilla que lleva el caso les imputa los delitos de estafa, corrupción entre particulares y pertenencia a organización criminal.
ADOLFO S. RUIZ