De Goldman a JP Morgan, y Santander...

Emilio Saracho Rodríguez de Torres (Madrid, 1955) es uno de los tres banqueros españoles en activo con mayor reputación en el exterior y es, básicamente, un hombre que se ha especializado en la banca de inversión. Licenciado en Económicas por la Universidad Complutense, inició su trayectoria profesional en 1980 en Chase Manhattan Bank. Cinco años después entraba en el Banco Santander, con el que ha mantenido una estrecha vinculación, plasmada en dos etapas. En la primera de ellas, en 1985, participa en la creación de la división de banca de inversión de la entidad de la familia Botín (Banco Santander de Negocios). Cuatro años más tarde, el Santander le nombra responsable de la división de grandes empresas del grupo y director general adjunto. De su paso por el banco le ha quedado una magnífica relación con la actual presidenta, Ana Botín. En 1990 se desplazó a Londres para hacerse cargo de las operaciones de Goldman Sachs en España y Portugal. Pero cinco años después volvía a Madrid para responsabilizarse de la dirección general del área de banca de inversión global del grupo. Desde 1998 trabaja para el banco de inversión JP Morgan. En un primer momento como presidente para España y Portugal. Más recientemente, al frente de una de sus vicepresidencias. Es justamente esa trayectoria –ese ir y venir entre Londres y Madrid– la que le ha permitido seguir de cerca el mundo empresarial español. Saracho es miembro del consejo de administración de Inditex y también de IAG, el grupo de aerolíneas. A la vista de este perfil, el de banquero de inversión, todo apunta a que Saracho no va a convertirse en un banquero comercial, sino que aplicará sus conocimientos como banquero de inversión. “El mercado espera que desvele sus planes los próximos días”, explica un analista. “Los inversores no van a esperar tres meses para conocer su estrategia”. Tiene ante sí varias opciones: atraer capital internacional al banco o integrarse en otra entidad.