Skeyndor acelera
La cosmética de Terrassa factura 21,6 millones y prevé llegar a 30 en el 2020
Skeyndor celebrará este año su cincuenta aniversario con un aumento de las ventas del 12%, hasta los 21,6 millones de facturación bruta, y la puesta en marcha de un plan para crecer un 35% en tres años y llegar a los 30 millones de euros en el 2020. Skeyndor es una compañía cosmética con sede en Terrassa especializada en el canal profesional (sólo vende sus productos en centros de estética y hoteles/spa). El 60% de su negocio lo realiza en España (donde lidera el mercado en competición con la también catalana Natura Bissé y la alicantina Germaine de Capuccini). El otro 40% de exportaciones procede, la mitad de países de Asia, y la otra mitad, de toda Europa, Canadá y Oriente Medio, en total en más de cincuenta países.
La compañía ha crecido más del 60% en la última década. “Aún tenemos mucho recorrido para crecer: sin arrugas que tratar no nos quedaremos”, bromea Jordi Morcillo, que comparte el puesto de consejero delegado con su hermano Andreu Morcillo. La compañía fue fundada en 1966 por dos profesores doctores de la Escola Superior d’Enginyers Industrials de Terrassa, Publio Puente y Juan Morcillo. El capital de la empresa sigue en manos de las dos familias.
“Hacemos cosmética científica. Nuestra vocación es investigar y formar a las esteticistas, que son nuestras prescriptoras”, explican. Para ello, Skeyndor tiene dos centros de formación, en Barcelona –en pleno paseo de Gràcia– y en Madrid –recién reubicado, en el barrio de Salamanca, con una inversión de más de 200.000 euros–. “En los últimos tres años, hemos dado formación a más de 5.000 profesionales”, explican. La compañía asegura que invierte cada año entre un 2% y un 5% de las ventas a I+D. Skeyndor, con investigación y fabricación propia –la sede de Terrassa ocupa cerca de 7.000 m2–, emplea a 90 personas, y 32 agentes de ventas nacionales.
“Estamos entre las cinco empresas del sector que más crecen en el mercado europeo”, dice Morcillo. La actividad internacional viene de lejos. “A mediados de los noventa empezamos a apostar por Asia”. En los primeros 2000 realizó una colaboración con Kanebo para el mercado japonés, por el que tiene previsto volver a apostar. Hace un par de años intentó entrar en Estados Unidos, “por el cambio de divisas lo dejamos. Pero está en nuestros planes volver, no más tarde del 2018”. Su reto actual es estar presentes en 75 países, y prevén seguir creciendo de forma orgánica.
La empresa familiar de Terrassa, de cosmética profesional, exporta el 40% a más de cincuenta países