Suiza, destino snow y slow
LA OFERTA DE INVIERNO DEL PARAÍSO ALPINO SEDUCE POR IGUAL AL AVENTURERO Y AL HEDONISTA MÁS REFINADO
Con la llegada del invierno, en Suiza han pasado rápidamente del truco o trato al Chill o Thrill (relax o acción), un sugerente lema bajo el que acaban de estrenar una temporada en la que buscan seducir a los amantes de los deportes de nieve, de la aventura y la velocidad, pero sin olvidar a todos aquellos que escogen este destino buscando un plan algo más relajado pero de belleza incomparable. ¿Quién dijo que el relax no puede ser extremo en sensaciones? Tanto si eres de los que necesita grandes dosis de adrenalina como si prefieres entregarte a los placeres menos snow y más slow (gastronomía, compras, paisajes de ensueño, balnearios...), Suiza es tu destino y además no te lo acabas. Escojas la velocidad que escojas en tus aventuras blancas, tus niveles de felicidad aumentarán.
Nieve en panorámico
En este paraíso hay un elemento incontestable: Suiza es sinónimo de nieve. La hay y además a lo grande. Sus dominios esquiables están atravesados por pistas de todo tipo, largas y con nieve garantizada de punta a punta. Un total de 7.400 km de pistas marcadas y el récord europeo de estaciones que superan los 2.800 metros: un total de 29. A sus pies, una excelente infraestructura de alojamientos y pueblos tan idílicos como auténticos con una arquitectura típica muy cuidada donde disfrutar de su rica gastronomía y productos locales. Aunque si hay algo que no olvidarás de Suiza es que las sensaciones, vayas al ritmo que vayas, se contemplan en 360º y quitan el hipo puesto que estás rodeado de unas imponentes vistas panorámicas, con 49 cuatromiles.
Conexión siempre a tiempo
Las conexiones aéreas desde Barcelona hasta los Alpes suizos con vuelos económicos lo hacen todo mucho más fácil. Pero lo mejor es que desde los aeropuertos de Ginebra y Zúrich hay conexiones de trenes a todas las estaciones de esquí. De hecho, Suiza tiene la red de transporte público más densa del mundo y su puntualidad será tu gran aliada si lo que estás buscando es no perder ni un segundo en calzarte los esquíes y deslizarte pista abajo, mientras contemplas paisajes de ensueño desde tu asiento. El billete perfecto: Swiss Transfer Ticket.