Una fiesta al terminar el descenso
EL LLAMADO “APRÈS-SKI” CONSISTE EN ALARGAR LA JORNADA DE ESQUÍ EN LAS FIESTAS QUE ORGANIZAN LOS LOCALES DE LAS PISTAS
En golf lo denominan el “nineteenth hole”, un término que indica que tras finalizar un partido (la mayoría de campos tienen 18 hoyos), aún queda tiempo para la diversión en el local de moda correspondiente, donde los jugadores se reúnen para seguir pasando un buen rato y alargar la “jugada”.
En la nieve, el término que se utiliza es “après-ski”, procedente de los Alpes y que en francés significa “después del esquí”. El sol se esconde y en los bares más punteros suena la música. A ellos va llegando la gente, todos con la ropa de nieve y algunos aún con las botas de esquí, para seguir pasándolo bien.
La costumbre es ya tan extendida que algunas estaciones, además de por sus pistas, son verdaderos iconos en este tradicional “deporte” que se practica después de una buena esquiada. Célebres son el Mooserwirt de St. Anton y el Trofana Alm de Ischgl en Austria; el Folie Douce de Val d’Isere o el Million Dollar Cowboy Bar de Jackson Hole, en EEUU.
Las pistas españolas no son una excepción. Sin duda el local de après-ski que se ha ido destacando en los últimos años y que es todo un referente en los Pirineos para tomar algo, escuchar música, bailar incluso sin quitarse las botas y reunirse con la gente después de una jornada por sus pistas, es el Marchica de Formigal. Allí, cuando al atardecer suena el
Sweet Caroline, su himno, el ambiente es espectacular.
Inaugurado en 2009 e inspirado en los clásicos locales del Tirol, este bar a pie de pistas de la zona de Sextas de la estación del Grupo Aramón en el Valle del Tena, se abarrota en su cada vez más amplia terraza exterior (lo mismo da si nieva), así como en la gran barra interior o en el Vip Club del piso superior.
El local empieza su actividad a partir de las 7.30 a.m., sirviendo desayunos a lo largo de toda la mañana. Sin embargo, alrededor de las 3 de la tarde todo se transforma. Suben los decibelios y la música que propagan los DJ va animando al personal, que sumada a la adrenalina del deporte inverna se va acercando al local para seguir pasándolo bien hasta más allá del atardecer. Conciertos en directo, eventos, fiestas y mucho más, giran en torno a este icónico bar y causan furor entre los esquiadores y snowboarders que visitan Formigal.
También en el Pirineo, pero esta vez en el sector El Tarter de Grandvalira, en Andorra, encontramos otro de los puntos de referencia del après-ski del sur de Europa. La cabaña de L´Arbaset, a pie de pistas, transforma en una fiesta el final de cada último descenso. Los esquiadores disfrutan del ambientazo en este local imprescindible que ofrece actuaciones de los mejores DJ internacionales. A partir de las 5 de la tarde, la terraza de L´Arbaset se transforma en una pista de baile, donde la gente disfruta sin cesar tomando algo una vez que los remontes de Grandvalira ya descansan y se preparan para el día siguiente.