Eliminar el ‘roaming’
La UE prosigue con su empeño de acabar con el sobrecoste que aplican las empresas de telefonía a las llamadas entre los países europeos.
La Unión Europea dio ayer un paso más en el largo y tortuoso camino hacia la promesa de que a partir del próximo 15 de junio los consumidores no tengan que pagar sobrecostes por utilizar su teléfono móvil cuando van a otro país del club.
La base del sistema son los precios mayoristas que se pagan las operadoras entre sí por ofrecer el servicio a sus respectivos clientes cuando salen de su país. Es un equilibrio delicado: el objetivo es que los europeos que viajen no noten que han traspasado una frontera dentro de la UE y no paguen gastos adicionales por roaming pero un precio mayorista demasiado bajo puede llevar a los operadores de países que más turistas reciben a acabar subiendo los precios de las llamadas y tráfico de datos nacionales para compensar ese gasto; lo contrario podría obligar a las empresas de países emisores de turistas a subir los precios nacionales para hacer frente al coste del servicio europeo, que no pueden repercutir a sus clientes.
El acuerdo alcanzado ayer por los ministros de Telecomunicaciones europeos prevé que el precio máximo del megabyte de datos de internet cueste a mediados de junio del 2017 un máximo de 0,01 euros, una cantidad que se reducirá progresivamente hasta la mitad, 0,005 euros, a mediados del 2021. También se ha pactado precios máximos mayoristas para las llamadas de voz y los SMS. Los gobiernos deben ahora negociar estas propuestas con el Parlamento Europeo, que probablemente arañará nuevas rebajas en los precios mayoristas.
“Hemos llegado a un delicado equilibrio que queremos mantener. El objetivo del Gobierno es que cuando los españoles viajemos fuera no tengamos que pagar por roaming pero al mismo tiempo dado que España es una gran potencia turística, con 70 millones de visitantes al año, tenemos que conseguir que no paguemos los españoles el teléfono de los demás”, declaró Álvaro Nadal, nuevo ministro de Energía y Telecomunicaciones, al término de la reunión. Según Nadal, con el precio pactado, se ha conseguido que “no se obligue a vender a pérdida a los operadores españoles”. El nivel de servicio es tan grande que podría generar “enormes pérdidas a los operadores españoles” si no se fijara unas tarifas mayoristas equilibradas.
La ministra francesa de Agenda Digital, Axelle Lemaire, también apoyó el compromiso europeo, pero con muchas dudas sobre los efectos que tendrá el precio mayorista fijado. “Estamos pidiendo a los que no tienen la suerte de poder viajar a Europa que paguen por los turistas y viajeros de negocios”, se quejó. Francia recibe 80 millones de visitantes al año.
La organización de consumidores europeos, BEUC, cree que las tarifas mayoristas son demasiado altas y teme que pongan en peligro la promesa de ofrecer
roaming gratis. La propuesta de la Comisión Europea prevé algunos frenos de emergencia en el sistema. Si un operador demuestra que no es capaz de cubrir costes con lo que recibe por ofrecer roaming, podrá pedir permiso a su regulador nacional para aplicar sobrecargos por este servicio, con un límite de 0,0085 euros por MB. Las compañías podrán tomar medidas contra los clientes que hagan un uso abusivo del
roaming.