Rajoy ve una esperanza en el pacto con los socialistas
El Ejecutivo invita a la oposición a hablar de otras materias
“El acuerdo alcanzado con el PSOE es un signo esperanzador y esperemos que lo haya en otros sectores”. Con estas palabras saludó ayer el ministro Portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, el acuerdo alcanzado con el PSOE para aprobar el techo de gastos y la senda de estabilidad.
Un acuerdo que aparte de salvar las grandes cifras que exige Europa a España para cumplir la nueva senda de déficit tiene para el Ejecutivo y para el PP, otra virtualidad, quizá mayor, ya que pone la base de lo que el Ejecutivo quiere que suceda en el futuro, la posibilidad de diálogo, de acuerdo, y de que sea la legislatura de los grandes pactos.
Por eso, Méndez de Vigo destacó ayer, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, y con la experiencia alcanzada ya en apenas un mes, que el acuerdo es fruto “de un diálogo responsable y constructivo” que hace albergar la esperanza de que “la dinámica del diálogo pueda concretarse en grandes pactos de Estado”.
El Ejecutivo asegura ser consciente del acuerdo de investidura que mantiene con Ciudadanos, pero también sabe que los votos del partido de Albert Rivera no bastan para poder sacar adelante asuntos como el techo de gasto aprobado ayer por Ejecutivo y que tendrá que revalidar ahora el Parlamento. Por eso, aunque asegura que cumplirá todo el contenido del acuerdo con Ciudadanos para la investidura de Mariano Rajoy, el Partido Popular y el Gobierno siguen necesitando más votos en el Congreso, y Rajoy y los populares prefieren contar con una amplia base de acuerdo que sólo se lo da el grupo socialista. De ahí que, advierten, la mecánica de negociación seguirá los mismos parámetros. El Gobierno, aseguran fuentes de la Moncloa, no puede estar pendiente de que un diputado se ponga enfermo o pierda una conexión de avión, necesita más seguridad, para sacar adelante las cosas, lo que además es más valorado en Europa, que miran “los resultados económicos y el apoyo parlamentario a lo que se aprueba”. El Gobierno no disimula tampoco que en el fondo el Partido Popular se encuentra más cómodo con el PSOE. Intentar y conseguir los acuerdos con los socialistas, como el del jueves, viene es a confirmar el deseo inicial planteado por el presidente del Gobierno tras las elecciones de diciembre de junio, que la preferencia de acuerdo está en el PSOE, fuera en un Gobierno de coalición, en un acuerdo de legislatura o cinco grandes pactos de Estado, que por serlo, además, no pueden alcanzarse, dicen, si no participa el PSOE.
Está ocurriendo con la Lomce, que a juicio del Ejecutivo está abriendo la vía del diálogo. El Pacto Educativo deberá recoger los puntos que contiene el acuerdo con Ciudadanos, pero tendrá que ir más allá para incorporar a ese acuerdo a los socialistas, ya que sin ellos no podrá haber pacto de Estado.
Eso sí, los populares creen que también deben mimar a Ciudadanos, puesto que con ellos tienen un acuerdo que es la base de lo que habrá que hacer esta legislatura, y el Ejecutivo está dispuesto a hacerlo en este y en otros asuntos. Al Gobierno le gustaría que la ley de seguridad ciudadana, conocida como ley Mordaza, que el Parlamento quiere que se derogue , pudiera sufrir cambios también fruto del acuerdo. Mariano Rajoy sólo tiene un límite, la reforma laboral, “que hay que preservar porque ha permitido crear empleo”.
Un consenso que también sería necesario si finalmente se aborda una reforma constitucional, que ya empiezan a pedir incluso en las filas populares. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, aprovechó ayer la celebración del 6 de diciembre para defender un cambio constitucional: “La Constitución puede y debe ser objeto de reformas”. A su juicio “nos equivocaríamos si consideráramos que la Constitución es inamovible”. Deben ser cambios, dijo, “que permitan su adaptación”, aunque abogó por hacerlo “desde el diálogo” y sin “las pretendidas reformas que son rupturas”.
El portavoz del Gobierno no descuida a Ciudadanos y el pacto inicial que alumbró la investidura