Puigdemont y Millo constatan su voluntad de diálogo y sus diferencias
La Generalitat reclama al Gobierno “hechos” y que no ponga “condiciones”
Desde que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, asumiera la gestión de la “carpeta catalana”, las formas, los gestos y las palabras –con la apelación un día sí y otro también al diálogo– son muy diferentes de los de los últimos años, pero las diferencias respecto al referéndum independentista siguen intactas. Así lo constataron ayer el presidente del Govern, Carles Puigdemont, y el nuevo delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, en una reunión de dos horas en Palau.
Fue un encuentro protocolario en el que no se entró analizar en detalle cuestiones delicadas, pero que sirvió para constatar el inicio de una “nueva etapa” en la que las dos administraciones quieren recuperar cierta normalidad y rebajar, aunque sea formalmente, la tensión institucional.
“Salgo muy satisfecho porque se ha puesto de manifiesto la voluntad de las dos partes de que haya una relación frecuente entre Gobierno y Generalitat. Es una manera muy positiva de empezar”, declaró Millo ante los medios tras reunión. Un tono optimista que rebajó minutos después la portavoz del Govern, Neus Munté. “Hay muchas apelaciones al diálogo, pero necesitamos hechos concretos que acompañen estas palabras”, dijo.
El Ejecutivo nacionalista, pese a valorar “el cambio” que se ha producido con la sustitución de María Llanos de Luna por Millo al frente de la Delegación, remarca que Rajoy debe pasar de las palabras a los hechos.
La Generalitat recuerda en este sentido que Puigdemont sigue a la espera de que se concrete su encuentro con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Pendiente está también la entrevista de los vicepresidentes Soraya Sáenz de Santamaría y Oriol Junqueras.
Nuestra voluntad es hablar de todo sin límites ni líneas rojas de ningún tipo”, dijo Munté. Sin embargo, reconoció que el Govern sí conserva una condición innegociable: el referéndum de independencia.
Pese a las evidentes diferencias, Millo sostuvo que hay margen por recorrer y llegar a “fructíferos acuerdos” para el conjunto de los catalanes. “No es cuestión de poner condiciones o líneas rojas, sino de sinceridad entre las dos partes y lealtad”, dijo el delegado, quien señaló que la negociación, eso sí, debe respetar el marco constitucional.
“Hagamos desaparecer por siempre los 600 kilómetros que separan Barcelona de Madrid y quedémonos
Millo se reivindica ante Puigdemont como la voz del Gobierno de Rajoy en Catalunya
con los pocos metros que separan el Palau de la Generalitat y la Delegación”, remarcó Millo, revindicándose como la voz del Ejecutivo de Rajoy en Catalunya.
Por la mañana, presidió en la delegación del Gobierno la celebración oficial en Barcelona del día de la Constitución. Entre los asistentes, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, la directora general de Relacions Exteriors de la Generalitat, Maria Badia, el secretario general del PPC y delegado del Consorcio de la Zona Franca, Jordi Cornet, el líder municipal del PP, Alberto Fernández, el portavoz parlamentario de C’s, Carlos Carrizosa, y el dirigente del PSC Josep Maria Sala.