Arranca la temporada de los resbalones
de Pineda de Mar celebra un concurso público; en Cadaqués el municipio cede el espacio; en Olot sólo la CUP y En Comú Podem se oponen a la subvención municipal; las pistas de Manresa e Igualada también cuentan con el apoyo de la administración local... Y en todos estos lugares destacan que una pista de hielo no garantiza que la gente compre más, pero que sirven para dibujar un ambiente muy festivo, para animar las calles, para que los pequeños comerciantes mejoren su competitividad en las semanas más cruciales del año.
“En Barcelona tenemos que recuperar la colaboración entre lo público y lo privado –tercia Gabriel Jené, presidente de Barcelona Oberta, la entidad de comerciantes que agrupa los principales ejes de la ciudad como Barnacentre o el paseo de Gràcia–. Que pongan una pista de hielo en el Festival de la Infància me parece un despropósito. Puedo entender que el Ayuntamiento no permita la instalación de una en la plaza Catalunya, que les parezca invasiva..., pero han de comprender que este tipo de instalaciones ayudan a los comerciantes de aquí a competir con las multinacionales. Y las multinacionales, si las cosas no van bien, se marchan al otro lado del planeta, pero nosotros nos quedamos en Barcelona. Últimamente se está demonizando el mundo empresarial de un modo muy peligroso”.
Fuentes del Ayuntamiento de Barcelona señalan que “el año pasado se dejó de poner la pista de hielo porque se estimó que era un actividad privativa del espacio público, y se optó por trabajar hacia un modelo de Navidad descentralizado, con actividades gratuitas para todos, con un escenario al aire libre y una feria en torno al consumo responsable y la economía social y solidaria”. En Badalona el gobierno de Guanyem Badalona En Comú rechazó el patrocinio de Kinder para instalar una pista de hielo. La última que funcionó lo hizo durante las últimas Navidades del exalcalde del PP Xavier García Albiol.
En Sabadell, en los últimos años de gobierno socialista de Manuel Bustos se instaló una pista de hielo. Con el cambio de gobierno en el 2015 (ERC-La Crida), la pasada Navidad se apostó por una “pista ecológica, con una superficie de plástico en lugar de hielo”. Según apuntan fuentes de este Consistorio del Vallès, “no hay ningún debate en torno a la pista. Sencillamente, la del año pasado no funcionó y ahora proponemos otro concepto de las fiestas, con actividades para diferentes públicos”.
“Queremos atraer a familias de toda el área metropolitana”, dice la alcaldesa Marín Los gobiernos de Badalona y Sabadell no ven con buenos ojos estas atracciones