De Downing Street a Selfridges
Samantha Cameron, esposa del ex primer ministro británico, crea su propia línea de moda
Cuando David Cameron se convirtió en primer ministro del Reino Unido en el 2010, el sueldo de su esposa Samantha Cameron era bastante más alto que el que su marido iba a ingresar a partir de entonces. Ella era la directora creativa de la firma de complementos Smythson, cargo por el que recibía más de 470.000 euros al año. Mucho más que los, aproximadamente, 150.000 euros que su esposo ganaría como jefe del Gobierno británico. En el 2009, incluso ganó el premio de la revista Glamour como mejor diseñadora de accesorios.
Samantha Cameron también estaba embarazada de su cuarto hijo, aunque hay que recordar que el primogénito del matrimonio, Ivan, había fallecido el año anterior a causa del síndrome de Ohtahara, una variante de la epilepsia que el niño padecía desde que nació.
Inmediatamente después de saber que estaba en estado, decidió reducir drásticamente su dedicación laboral. “Esta es una decisión personal que tomé cuando descubrí que estaba en estado y que llevaba considerando desde hace mucho tiempo. Como asesora creativa, trabajando dos días a la semana, estaré involucrada en las mismas áreas que antes y no tendré tantas responsabilidades”, afirmaba entonces Samantha Cameron.
En junio del 2016, después de que el sí se impusiera en el referéndum sobre la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, David Cameron dimitía como primer ministro. En octubre, ya se había sabido que la ex primera dama había registrado a su nombre una empresa llamada Samantha Cameron Studio Ltd. Ahora, ha explicado en una entrevista en exclusiva que aparecerá en el próximo número la edición británica de Vogue –cuya subdirectora es su hermana Emily–, y que saldrá a la venta este lunes, que ha creado su propia marca de ropa, Cefinn. La línea se comercializará en la prestigiosa boutique en línea Net-a-Porter, en los grandes almacenes Selfridges y en su propia web, Cefinn.com, que ya está operativa. De todas formas, los 40 modelos que Samantha Cameron ha diseñado para su colección de debut aún no están dispo-
La ex primera dama británica debutará en el 2017 con una colección de 40 prendas a precios razonables
nibles para la venta, ya que la reencontrada diseñadora espera lanzarlos para la temporada primavera-verano del 2017.
En la entrevista, Samantha Cameron se muestra convencida de que su marca llenará un nicho de mercado que en su opinión no existe ahora mismo en las tiendas británicas: firmas con un diseño actual, pero por las que no sea necesario pagar a precios desorbitados (entre 117 y 352 euros). “Tengo la impresión de que hay muchas marcas estadounidenses y francesas en ese segmento del diseño contemporáneo con el precio justo, pero no hay muchas marcas británicas para llenar ese espacio”, afirma.
Según asegura en la revista, para diseñar estas 40 prendas, no ha tenido en cuenta únicamente sus propias preferencias a la hora de vestir: “No puedes pensar sólo en ti, porque entonces no tendría sentido. He dedicado mucho tiempo a probar la ropa en mis amigas”. Por su parte, Alexandra Shulman, directora de la edición británica de Vogue, ha revelado al periódico The Times que seguramente Cefinn “atraiga a un tipo de mujer que está dispuesta a gastar una cierta cantidad de dinero en su ropa pero que quiere estar segura de que la inversión merece la pena”.
Mientras fue primera dama, Samantha Cameron siempre mostró su apoyo a la industria de la moda británica. Fue jurado en el certamen de diseño del BFCVogue Fashion Fund, mostró su apoyo tanto a marcas consolidadas como a otras emergentes, para lo que no dudó en sentarse en las primeras sillas de sus desfiles e incluso lucir su ropa en actos oficiales y privados.
En su armario siempre había firmas inglesas como Preen, Erdem, Roksanda o Emilia Wickstead, pero también prendas de Zara o Marks & Spencer.