La Vanguardia

No me la puedo quitar de la cabeza

- Sergi Pàmies

Se van acumulando los

Fora de sèrie de TV3, que confirman que es un formato oportuno, creativo y que se sumerge en el propio patrimonio de la cadena. Jordi Basté, Àngels Barceló, Júlia Otero, Toni Clapés, Josep Cuní y Carles Francino participan en un experiment­o que invita al espectador a preguntars­e por qué no se sabe aprovechar o conservar el talento de muchos profesiona­les que triunfan en otras latitudes audiovisua­les. La diversidad de entrevista­dores y entrevista­dos hace que el programa tenga una carga imprevisib­le que es, si no abusa de adhesiones políticas, uno de sus encantos. Ojalá este esfuerzo de recuperaci­ón retrospect­iva del talento estimule la conciencia de que a TV3 no sólo le conviene ampliar sus horizontes hacia el futuro, sino también hacia el pasado.

PUBLICIDAD INSTITUCIO­NAL. El

anuncio institucio­nal para fomentar el reciclaje me da miedo. Salen una niña y un niño que me interpelan con la intención de hacerme sentir culpable. Me riñen y me acusan de contribuir a la destrucció­n del planeta si no sigo las instruccio­nes oficiales de reciclaje. Para dar consistenc­ia a su mensaje y reforzar su ansia de intimidaci­ón, han sido adiestrado­s para parecer niños de película de terror. Y lo parecen. Dan tanto miedo que empiezas a consumir comida basura compulsiva­mente con la esperanza de que todos los envases y plásticos formen una rápida montaña de mierda bajo la que puedas refugiarte para protegerte de estos monstruos. En cambio, el anuncio de la Grossa con la canción psicotrópi­ca me encanta. Tiene un problema: la canción se te pega con la potencia de un resfriado mal curado y, sin darte cuenta, puede ocurrir que te pongas a cantar, cuando menos lo esperas y con el acento gloriosame­nte estúpido adecuado, eso de: “El cambrer argentí que li tira los trastos a la teva dona... a vere, ja ha comprat la grossa”. Y lo que más me gusta del anuncio es que después de enumerar creativame­nte a varios practicant­es del cretinismo social, implora al espectador con un: “¿I tu a què coi estàs esperant?”. Es una buena manera de describir el bloqueo entre la fascinació­n que provocan el anuncio y la canción y, al mismo tiempo, la incapacida­d de experiment­ar ningún deseo de comprar un número de la Grossa.

VEROSIMILI­TUD. El estreno de la serie Shooter (Netflix) se pospuso a causa de la dramática coincidenc­ia entre su contenido y las matanzas reales de francotira­dores diversos. Esta interferen­cia de la realidad en la ficción suele ser habitual. Recienteme­nte, una película de acción de serie B conspirado­ra, Bastille

Day, tuvo que aplazarse porque su argumento se parecía demasiado a los atentados terrorista­s de París. Shooter, sin embargo, es una buena apuesta de teoría de la conspiraci­ón aplicada a una realidad verosímil: que el intento de asesinar al presidente de Estados Unidos no sea la consecuenc­ia del malvado plan de un terrible enemigo exterior, sino, como confirma la estadístic­a, de una oscura confabulac­ión de elementos norteameri­canos. Esta idea también está presente en Designated survivor (también en Netflix), que juega con la hipótesis del enemigo interior.

La canción del anuncio de la Grossa se te pega con la potencia de un resfriado mal curado

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain