Lluís Lleó propone un elogio de la contemplación en Marc Domènech
La obra es ejemplo de un arte abstracto con una dimensión existencial
El origen de la última serie de dibujos de Lluís Lleó (Barcelona, 1961), que se presenta en la galería Marc Domènech y se expondrá a partir del próximo mes de enero en el Instituto Cervantes de París, se encuentra en la relación del artista con Marion Selig, amiga que siempre le animó a no olvidar la disciplina del dibujo, según ella tan importante como la pintura o la escultura.
La serie y la exposición recién inaugurada se titulan Marion Papers, en honor a esta amiga fallecida en marzo del 2015, y vienen a ser un homenaje a la mirada enriquecedora de esa persona y, por extensión, un elogio de la contemplación, una actividad que puede ser profunda y valiosa y que, sin embargo, suele ser neciamente despreciada por personas que ejercen su poder cultural de un modo evidentemente dañino. Además, Lleó presenta cuatro pinturas monocromas y en relieve de su nueva y sugestiva serie 1966.
La temporalidad siempre ha estado presente en la obra de Lluís Lleó, y se ha expresado de modos distintos. En esta ocasión este artista barcelonés afincado en Nueva York presenta 48 dibujos que se corresponden con las 48 subespecies de mariposa morpho, una especie caracterizada por el color azul marino de sus alas, a veces combinado con otros tonos. Se produce una inmediata asociación entre el carácter efímero y frágil del lepidóptero azul y del polvillo que impregna sus alas, sin el cual el vuelo no es posible, con la precariedad propia de la condición humana. Pero Lleó nunca es obvio en sus representaciones y asociaciones. Por el contrario, incluye en sus obras elementos evocadores y sugestivos, pero lo suficientemente indefinidos para permitir, además, ese espacio de silencio y de misterio en el que la imaginación subjetiva de cada contemplador puede despertar. De la mariposa –cuyo nombre significa forma- quedan el color, la sensación y el sentido, no la figura aparente. La fórmula magistral de Paul Klee (“Soy abstracto con recuerdos”) serviría para definir esta propuesta de Lleó.
Desde sus inicios –hace ya treinta años– Lluís Lleó ha tenido el acierto de componer su obra mediante una inusual combinación de rigor y libertad. Su modo fundamental ha sido la oposición inicial y la posterior conciliación y fusión de elementos y de nociones que se suelen considerar contrarios. Por ejemplo, ha querido y sabido representar en una misma obra la fusión de lo ideal geométrico y lo real erosionado. Lleó sabe conciliar la alta autoexigencia del arte antiguo con la apertura y la soltura propias de la modernidad. De hecho, con frecuencia ha logrado sintetizar en su obra los mejores valores del pasado y del presente orientado hacia el futuro. A diferencia de la mayor parte de los artistas, Lleó ha trabajado con independencia de las corrientes mayoritarias en el arte contemporáneo, aunque conociéndolas en profundidad. A menudo este es el signo del artista verdadero y capaz de aportar algo válido, distinto y necesario a una determinada disciplina.
Respecto a su primera etapa, en que la presencia principal era una materia densa y rica en valores táctiles, en su obra reciente Lleó ha reducido de un modo notable su repertorio de elementos expresivos. La materialidad se ha vaciado, en forma de apertura al espacio. Más que figuras, en estas obras existen modos, huellas de procesos o ecos de figuras, texturas que evocan porosidad o capilaridad, formas que sugieren a la vez la nube y la crisálida, la ventana y la fuga, espacios de sombra y silencio, límites arquitectónicos y también metafísicos, como lo son un horizonte y un abismo.
Son tres los tonos principales: gris, blanco impuro y azul. Sólo en algún caso el azul evoca el agua:
Vitrea parece un depósito de oscuridad, y el paisaje de Cypris es una profundidad azul. La textura del grafito gris parece tan precaria como el polvo que protege las alas y la vida de una mariposa morpho, pero existe todavía un espacio de posible sublimación. Galería Marc Domènech. Pasaje Mercader, 12. Hasta el próximo 27 de enero.