El Barça se juega media Liga
El equipo blaugrana quiere reivindicarse y ponerse a rebufo del líder Madrid
El Barça se juega media Liga esta tarde en el Camp Nou. El axioma puede parecer exagerado, pues tras el clásico de hoy quedarán 24 jornadas, un larguísimo camino en el que existen posibilidades de recuperación. Pero a nadie se le escapa, empezando por los jugadores barcelonistas, que una derrota frente al Madrid dejaría muy tocado al campeón, a nueve puntos del líder y con la marejada acechando al barco. En cambio, un triunfo les serviría a los de Luis Enrique para reivindicarse y para colocarse a sólo tres puntos, a rebufo de los blancos, haciéndoles sentir el aliento. Las urgencias son para el Barcelona y la gran oportunidad, para los de Zinédine Zidane.
Pero en esta situación la historia indica que en muchas ocasiones se impone el que llega con hambruna, el que aterriza en el clásico rabioso por no haber hecho los deberes en las semanas anteriores. Y no ha habido peor versión del Barça de Luis Enrique que la del encuentro de Anoeta, un empate amargo por el fútbol lamentable que desplegó
JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ
el equipo. Un partido para olvidar que tampoco se endulzó entre semana porque los suplentes también practicaron un juego tristón en Alicante. El Barcelona necesita reactivarse y en ese sentido un clásico siempre produce un electroshock. Si el Madrid rompió en el Camp Nou en abril una racha de 39 partidos sin perder del Barça, ahora son los barcelonistas los que pueden acabar con una serie de 32 encuentros imbatidos de los madridistas.
Los de Zidane no caen en ninguna competición desde el 6 de abril en Wolfsburgo y en la Liga no muerden el polvo desde el 27 de febrero, cuando el Atlético venció en el Bernabeu. De hecho el técnico francés no sabe lo que es perder en el campeonato fuera de casa.
Para darle la vuelta a esta situación el Barcelona recupera a uno de su faros, Andrés Iniesta, cuya sabiduría futbolística se ha echado mucho de menos en las últimas semanas. Habrá que ver cuántos minutos aguanta tras su
DINÁMICAS DISTINTAS
inactividad pero el colectivo requiere de su orden y de su manejo de los tiempos. A partir de ahí no se esperan grandes aldabonazos en la alineación de Luis Enrique, entre otras razones porque los que debieran ser los meritorios no han demostrado mucho. Siempre le queda la opción al asturiano de reconvertir a Mascherano al lateral derecho, para intentar taponar a Cristiano, ante las dudas que ha enseñado en las grandes plazas Sergi Roberto. En ese caso Umtiti formaría al lado de Piqué.
En el otro lado del campo el Barça se encomendará a Lionel Messi, que ha metido cinco de los últimos siete goles del equipo pero que, curiosamente, acumula cinco clásicos sin ver puerta. En la era Luis Enrique el argentino aún no ha marcado ante el Madrid y ya iría siendo hora de truncar esa racha. La última vez que Leo anotó ante los blancos fue la temporada de Gerardo Martino, con un triplete en el Bernabeu (3-4) en un partido al que el Barcelona también llegó por detrás. Pero la mejor noticia para los blaugrana sería que los compañeros de vanguardia del argentino recuperen la pólvora. Ni Neymar, que hace más de un mes que no golea, ni Luis Suárez han estado clarividentes ante los porteros en los últimos tiempos.
El Barça debería aprovechar la circunstancia de contar con su delantera titular, mientras que el Madrid no dispone ni de Gareth Bale ni de Álvaro Morata, además de sufrir también la baja de Toni Kroos, que ayer empezó a entrenarse con el grupo. En el conjunto blaugrana el único descartado por problemas físicos es Jérémy Mathieu. En el clásico de la hora del café el Barcelona desea despertar con fuerza. Ya ha hecho bastante la siesta y no quiere pasar del sueño a la pesadilla.
LAS GANAS DEL GENIO Messi todavía no ha marcado en un clásico en la era Luis Enrique, pero llega con la pólvora a punto Los blancos rompieron una racha del Barça; ahora el campeón aspira a devolver el golpe