Juan Alfaro sustituye a Pablo Vázquez en Renfe
El nuevo presidente dirigía la empresa Seittsa, de Fomento
Cambio en la presidencia de Renfe. Juan Alfaro sustituye a Pablo Vázquez al frente de la operadora. El Consejo de Ministros aprobó ayer el nombramiento a propuesta del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. El nuevo responsable de la compañía dirigía la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (Seittsa), dependiente del mismo departamento. Con esta designación, se cierra el relevo en las cúpulas de las dos empresas ferroviarias públicas. En la otra, Adif, Juan Bravo sustituyó a Gonzalo Ferre el pasado 18 de noviembre. Alfaro era, como avanzó ayer
La Vanguardia, uno de los dos principales candidatos a presidir Renfe. El otro era Francisco Minayo, ex director general de operaciones de la compañía y actualmente asesor de la secretaria de Estado de Infraestructuras.
El nuevo responsable de la operadora ferroviaria es licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y diplomado en Función Gerencial de la Administración Pública por Esade. Antes de incorporarse a Seittsa, en abril del 2012, trabajó en varias empresas públicas de la capital de España. En Seittsa, empresa que ejecuta proyectos viarios y ferroviarios de Fomento, actualmente trabajaba en el plan de rescate de las concesiones de autopistas de peaje en quiebra, diseñado en la etapa de Ana Pastor al frente de Fomento y que ahora De la Serna quiere reactivar.
Las salida de Pablo Vázquez de Renfe se produce después de que, en la última etapa de Pastor y durante el periodo interino de Rafael Catalá, perdiese el apoyo de los máximos responsables del ministerio. No obstante, el relevo llega después de encarrilar algunos asuntos delicados y un mes antes de cerrar el ejercicio con beneficios por segunda vez en la historia de la compañía. El primero fue el 2015, ambos gracias al crecimiento de los ingresos del AVE por el aumento del pasaje. Alfaro toma las riendas de la operadora nada más adjudicar a Talgo el mayor pedido de trenes de alta velocidad desde antes de la crisis, un macrocontrato de 786 millones de euros que se puede ampliar a 1.491 millones.
Otro elemento que acaba de dar un cierto respiro a Renfe es el acuerdo alcanzado hace dos semanas por el consorcio Al Shoula, en el que participa la operadora, con las autoridades de Arabia Saudí para atrasar 14 meses la entrega de la línea de alta velocidad La Meca-Medina y la aceptación de sobrecostes en el proyecto por 150 millones de euros. Vázquez presidía también este consorcio, una responsabilidad que queda ahora vacante hasta que el consejo de este grupo decida quién le sustituye. Podría ser Alfaro u otro representante de las empresas consorciadas.
Entre los retos que deberá encarar el nuevo presidente de Renfe está la liberalización del servicio de viajeros, que supondrá la entrada de competidores y que el ministro De la Serna ha decidido dejar para el 2020, dos años después de lo previsto por Pastor. Otro asunto pendiente es el impulso de la división de mercancías, una actividad ya liberalizada que sigue en números rojos.