Muerte en el frío
La policía cree que el autor, un delincuente, disparó al azar y sin motivos políticos
El asesinato en Finlandia de una política y dos periodistas ha alarmado a un país poco acostumbrado a la violencia por arma de fuego a pesar del elevado número de licencias de armas y los numerosos casos de alcoholemia.
Una pequeña ciudad del sur de Finlandia, Imatra, vivió la pasada madrugada un extraño asesinato lleno de incertezas. Tres mujeres, una política y dos periodistas locales, fueron asesinadas a sangre fría cuando salían de un restaurante. El autor, un joven de 23 años delincuente común, no tenía en principio motivo alguno, ni se le conocía relación con las víctimas. Ni siquiera huyó del lugar. La policía, pese a la notoriedad de las fallecidas, se inclinaba ayer por considerarlo más un crimen al azar que un atentado político.
El asesinato se produjo en el área de ocio nocturno de Imatra, una ciudad de 28.000 habitantes, a unos 230 kilómetros de Helsinki. La presidenta del Consejo de la ciudad, Tina Wilen-Jäppinen, salía de cenar con las dos periodistas locales –de las que no se facilitó el nombre– cuando se les acercó el joven y les disparó cuatro o cinco veces en la cabeza y en el pecho con una escopeta de caza. Murieron en el acto. Poco después se presentó un coche de la policía. Encontró al autor esperándoles. No opuso resistencia ni dijo nada sobre los motivos.
Ayer, el inspector finés Saku Tielinen, encargado de la investigación, explicó que el joven tenía ya un historial por robos y actos violentos. No quiso dar su nombre, aunque la prensa local asegura que es finés y no tiene vínculos extremistas. “No hay razón para pensar que tuviera motivos políticos –se limitó a señalar Tielinen–. Todo apunta a que escogió a sus víctimas al azar”.
Según el relato policial, el detenido llegó en coche pasadas las doce de la noche y
A SANGRE FRÍA El joven, de 23 años, mató a las tres mujeres y se quedó a esperar a la policía CONMOCIÓN EN IMATRA Wilen-Jäppinen, presidenta del Consejo municipal, era muy apreciada en la ciudad
aparcó a 300 metros del restaurante. Disparó a las mujeres, que justo salían del local. Volvió al vehículo y esperó a la policía.
En una ciudad pequeña como esta, el asesinato supuso todo una conmoción. Wilen-Jäppinen, de 53 años, casada y con dos hijos, era presidenta del Consejo municipal desde el 2009, y se había labrado buena fama entre sus conciudadanos, por lo que pensaba presentarse a la reelección este próximo año. “Hemos decidido abrir un local para dar atención psicológica. Hay mucha gente en shock. El asesinato se produjo en una zona muy concurrida, con restaurantes y bares, mucha gen- te estaba cerca y son conscientes de que podían haber sido también las víctimas”, explicaba Saara Raudasoja, portavoz del departamento de salud.
Finlandia, un país de poco más de cinco millones de habitantes, tiene una tasa alta de casos de alcoholismo y depresión, que se agudizan especialmente en esta época de muy pocas horas de luz diurna. Son factores que pueden haber influido. Se da la circunstancia, además, de que es un país con una larga tradición de caza. Hay 650.000 licencias de armas autorizadas, pero lo cierto es que el número de asesinatos con armas de fuego es bajo.