Cuba mira a Trump
La incipiente apertura ya ha disparado el turismo americano en la isla
La muerte de Fidel ha roto un eslabón más del muro económico que separa EE.UU. de Cuba, una isla que espera los siguientes pasos de Trump para abrirse todavía más al mercado turístico norteamericano.
Corrían finales de los años 80 cuando la cadena Melià firmó la apertura del primer hotel español en Cuba, el Sol Palmeras de Varadero, que se abrió en 1990 tras un acuerdo entre el presidente, Gabriel Escarrer, y el Gobierno cubano. El pacto, entonces considerado de alto riesgo y visto con muy malos ojos por parte del gobierno estadounidense, contemplaba una sociedad al 50%: Cuba aportaba la obra civil y los edificios y los empresarios españoles, el equipamiento del hotel. El año pasado, Melià celebró 25 años de presencia en la isla.
Según José Luis Zoreda, con una amplia experiencia en el sector y trabajador de Melià durante aquella época, este primer paso de la cadena mallorquina ilustra la implicación del sector turístico con el desarrollo de la isla durante casi tres décadas. “La revolución nos ha enseñado a estar al lado de aquellos que nos ayudaron en los momentos difíciles y les daremos los mejores edificios y terrenos”, se comprometió hace apenas unos meses en Madrid, en el Foro de Liderazgo Turístico de Exceltur, el ministro de Turismo de Cuba, Manuel Marrero, haciendo referencia a los 53 de los 74 acuerdos comerciales internacionales que tiene España en el país.
El sector turístico español, asegura Zoreda, “está muy bien posicionado en la isla, tanto por las relaciones con el Gobierno como por la experiencia acumulada durante todos estos años”. Más del 50% de instalaciones hoteleras de la isla están en manos de compañías españolas, lideradas por Melià y con presencia destacada de Iberostar y Barceló. Y empresas como Balearia optan a abrir una nueva ruta de ferries que conecte la isla con Estados Unidos. Cerca de 20 vuelos semanales conectan Madrid con La Habana con rutas de Iberia, Air Europa y Cubana de aviación.
Para los intereses españoles, será más determinante el tipo de relación que establezca el país con Donald Trump, el próximo presidente de EE.UU., que la muerte de Fidel Castro, un acontecimiento más simbólico que otra cosa, según aseguran analistas internacionales.
Los primeros efectos de la apertura y del restablecimiento de relaciones entre Estados Unidos y Cuba ya se han dejado notar. La semana pasada aterrizó en la isla el primer vuelo de American Airlines que conecta directamente ambos países y el número de visitantes extranjeros prácticamente se ha duplicado respecto al año anterior y va camino de alcanzar los cuatro millones de turistas. “Una mayor apertura al mercado americano, cuando se regularicen los vuelos y los visados, será positiva para las empresas españolas porque crecerá el mercado: tanto la demanda como la competencia”, asegura José Luis Zoreda.
“La muerte de Fidel Castro es una pérdida de referente y un golpe emocional para el país, pero clave de la transición económica de la isla es la política económica de Raúl Castro, con los lineamientos o líneas estratégicas”, explica Josep Maria Sayeras, profesor del departamento de Economía y Finanzas de Esade con amplia experiencia de formación en el país. “Pero con la victoria de Trump, las incógnitas de qué va a pasar con las relaciones entre Cuba y EE.UU. se han multiplicado”, afirma el profesor Sayeras. El turismo, reconoce, “será una de las futuras palancas de crecimiento de la isla y ya se han visto fuertes incrementos de precios por el aumento de la demanda”. El sector español cuenta con cierta ventaja respecto al americano, pero Sayeras avisa de que los privilegios no durarán para siempre y que la competencia de las cadenas norteamericanas será feroz.
Zoreda insiste que “las cadenas españolas están mejor situadas para competir con las grandes cadenas americanas, porque conocen el mercado mejor que nadie; además, no es tan fácil encontrar ubicaciones buenas en La Habana”. “Si se acaba abriendo de verdad, algo que no parece que vaya a suceder a corto plazo, el mercado crecerá y lo más probable es que se convierta en un mercado caro. El déficit de alojamiento ya ha provocado la entrada de la plataforma Airbnb”, resume el líder de Exceltur. Es probable que pase a ser un mercado caro, por la alta demanda.
Cuba pasará a ser un mercado caro por la alta demanda y, además, ya han entrado firmas como Airbnb