Adictos a la emoción
Rice decide con dos tiros libres después de una falta discutible
El Barcelona Lassa está abonado a la emoción en la Liga Endesa. La semana pasada perdió en Málaga al dar tres tiros libres los colegiados a Fogg y ayer fue una falta –discutible– de Oliver a Rice –a falta de 1s7 en el reloj– la que permitió el triunfo barcelonista ante el Herbalife Gran Canaria, un duelo con el recuerdo de la final de la Supercopa en la que los canarios obtuvieron una victoria indiscutible.
Una vez más se vio a un Barça de contrastes, demasiado irregular para sellar su triunfo sin agobios. Un buen primer tiempo (45-39), en el que Tomic fue de lo mejor con 10 puntos en 10 minutos –el croata, eso sí, desapareció con las rotaciones y ya no recuperó su mejor versión–, dio paso a un tercer cuarto en el que los visitantes llevaron toda la iniciativa en buena parte gracias al gran trabajo de Pasecniks. Sucedió entonces algo inesperado. Con 56-59 a falta de diez minutos, Bartzokas apostó por un quinteto poco habitual –Renfroe, que debutaba en la competición, Oleson, Perperoglou, Venzenkov y Dorsey– y la jugada le salió bien durante buena parte del último cuarto. La garra del pívot estadounidense, que robó un par de balones, los puntos del alero griego (8) y la dirección del base recién llegado provocaron un parcial de 17-3 en 4m50s. Todo parecía encarrilado con el 75-65, pero Kuric, desaparecido hasta entonces, logró cuatro triples seguidos y el Barça tembló de nuevo.