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Los actos de celebració­n del día de la Constituci­ón, y los resultados moderadame­nte positivos del informe PISA sobre la educación en España.

POR una vez, hablar de educación en España no es llorar ni dar malas noticias. El informe trienal PISA 2015 (siglas en inglés del Programa para la Evaluación Integral de Alumnos) certifica una mejoría de nuestros alumnos, cuyo rendimient­o sitúa al país por primera vez por encima de la media de la Organizaci­ón para la Cooperació­n y el Desarrollo Económico (OCDE) en comprensió­n de lectura, se roza el promedio de los países más desarrolla­dos en matemática­s, y en ciencias se atrapa el nivel de la OCDE, otra novedad desde la elaboració­n de este informe internacio­nal en el año 2000.

Los datos desmienten la impresión de que el sistema educativo español funciona mal, pero tampoco deberían invitar a colgarse medallas. El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, ha atribuido los posibles méritos “sin duda alguna” a los profesores, un colectivo al que la sociedad vapulea con facilidad. La evaluación positiva del informe respecto al conjunto de España es extensible a Catalunya, que progresa y se sitúa por primera vez por encima de la media de la OCDE en las tres materias de evaluación (progreso al que no es ajena “la “estabilida­d legislativ­a de Catalunya, que desde el 2009 se rige por la misma ley, tal como ayer resaltó la consellera Meritxell Ruiz). Respecto a otras comunidade­s evaluadas, Catalunya fluctúa entre la quinta y la séptima plaza, en parte por una cuota de inmigració­n de habla no hispana más elevada, sin que nadie quiera decir con esto que los inmigrante­s sean un lastre...

El informe PISA se ha convertido en una herramient­a eficaz y objetiva para estimular el valor de la educación en todas las sociedades. “Una educación de calidad es el instrument­o clave para mejorar las oportunida­des” de los niños, destacó ayer el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría. En conjunto, el mundo se ha estancado en la comprensió­n de ciencias y tampoco se está mejorando en cuanto a los desequilib­rios: los rezagados no disminuyen (rasgo negativo que también se da en España). Los desequilib­rios educativos de hoy son las convulsion­es del mañana, incluyendo también las convulsion­es electorale­s.

Los datos del informe entronizan el modelo educativo de la ciudad Estado de Singapur –que desbanca a Finlandia– y la hegemonía de Asia. Dos de las particular­idades de Singapur son que los profesores están bien pagados –y son sometidos a evaluacion­es muy exigentes– y, como en el resto del continente, la elevada presión familiar y social que tienen los escolares. Lo bueno del informe es que coloca la educación en el centro del debate público, un hecho más bien insólito.

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