La Ronaldada
Luego nos dirán que todos somos iguales, que el Madrid no es intocable y que no hay tratos de favor
Lo de Ronaldo y el fisco es para..., bueno, ya saben, lo de la micción y la gota. Y si añadimos al simpático juez Zamarriego con su despatarrante auto que “prohíbe” a doce medios de comunicación europeos publicar nada sobre el caso Senn Ferrero (donde Ronaldo, Mourinho y Özil tendrían su paraíso en la tierra), la gota se convierte en manantial. El auto se dirige especialmente a El Mundo y a la autoridad judicial alemana, país de Der Spiegel ,el semanario que ha publicado la información según la cual Ronaldo habrá evadido 150 millones al fisco español. De esta manera, pues, tan avanzada y democrática, un juez del siglo XXI intenta, en el siglo XXI, poner puertas al campo de la información periodística. Todo aquello del interés público, la transparencia, el periodismo como servicio a la democracia y etcétera pasado por el canalillo de un jugador del Real al que nadie le ríe la real gracia. Y, por supuesto, hay que imaginar que nadie ha presionado al juez en un país que, casualmente, está a la cola en independencia judicial.
Por supuesto, el escándalo es tan mayúsculo como sorprendente el tropel de interrogantes que lo acompaña. De entrada, resulta muy llamativo que la Agencia Tributaria haya empezado su investigación sobre Ronaldo hace menos de un año, a pesar de que hacía años que Ronaldo era el jugador mejor pagado de España en temas de imagen (ya lo es del mundo, según
Forbes: 77 millones en un año), y ello nunca se reflejaba en sus declaraciones. O sea, que la Tributaria había tenido tiempo, a velocidad récord, de inspeccionar, juzgar y condenar a un año de cárcel a Mascherano, que había llegado un año más tarde al Barça, y que, según la magnífica crónica de Manel Pérez, “mantenían esquemas de ocultación fiscal parecidos. Los dos provenían del Reino Unido. Ronaldo construyó antes su entramado; el segundo, al llegar a España. Ambos emplearon paraísos fiscales”. Pero, ¡ay!, lo de Ronaldo tenía otro ritmo. ¿Tendrá la Agencia Tributaria el ojo tuerto? Imposible, si somos todos...
En el entretanto, Messi era juzgado, ningún juez Zamarriego impedía que se publicitaran sus asuntos, pagaba una millonada al fisco y se le condenaba a 21 meses de prisión, pendiente de recurso. En paralelo, Mourinho, que no había declarado ni un céntimo de imagen al fisco, y con el Madrid pagando alegremente dos millones de euros anuales a una sociedad irlandesa, no fue molestado hasta hace poco, y a pesar de ser un caso exacto al de Messi, y haber evadido mucho más, pagó una multa menor y no tuvo pena de cárcel. Y, añade Manel Pérez, “sacó tajada reclamándole a Hacienda dinero a cuenta del multimillonario finiquito de 15 millones que le pagó el Madrid”. Y luego nos dirán que todos son iguales, que el Madrid no es intocable y que no hay tratos de favor.
Claro que también nos dicen que Ronaldo es el mejor jugador del mundo, y nos lo creemos lo mismo...