Entrevista a Amy Adams, con dos películas que le pueden dar el Oscar
Amy Adams, actriz
Es una firme candidata a llevarse este año una nueva nominación al Oscar y teniendo en cuenta que ya ha disputado cinco veces la estatuilla dorada y en todas ellas se ha ido con las manos vacías, no sería inusual que esta vez se la llevara. No está tan claro si el honor se deberá a su asombrosa labor en La
llegada, la película de Denis Villenueve en la que encarna a una lingüista que es enviada a la primera línea de contacto con los extraterrestres que acaban de llegar a la Tierra, o si será por Animales nocturnos, el filme de Tom Ford en el que interpreta a una mujer que entra en crisis cuando reaparece su exmarido. Algunos incluso piensan que podría sorprender con una doble candidatura. Adams, quien ha concluido una nueva superproducción de DC en la que nuevamente encarna a Lois Lane, La liga de la justicia, es también madre a tiempo completo de una niña de 6 años, Aviana.
¿Es fan de la ciencia ficción?
Por supuesto. La llegada es una película de ciencia ficción, pero se suma a un conjunto de películas del género que propone ideas complejas, cuyo dilema no se resuelve fácilmente. Es un filme que estimula la conversación a la salida del cine y te obliga a pensar. Y eso es lo que me gusta tanto de esta película como de este tipo de ciencia ficción.
Su personaje en esta película es políglota, ¿usted también?
Sólo hablo inglés. Estudié bastante para hablar en chino mandarín en esta película y la verdad es que me enamoré del idioma, pero me resultó muy duro aprenderlo. Me llevó dos semanas aprender cuatro frases. Y lo peor de todo es que no estoy segura de que los chinos que vean la película y que hablan mandarín entiendan una sola palabra de lo que digo.
¿Le gustaría ver su futuro?
No. El futuro ya me causa mucha ansiedad sin saber qué me depara el destino. Si lo supiera, no creo que me ayudara a calmarla. Estoy segura de que trataría de modificar las cosas y eso terminaría generando exactamente aquello que más temo. Soy una convencida de que poder vivir el momento es una gran ventaja para alguien que como yo tiene una mente débil.
¿Se sorprende de lo lejos que ha llegado en su carrera?
Por supuesto. Jamás pensé que sería actriz. Creía que sería enfermera o médico, o que cantaría en clubs nocturnos. Nunca logré nada de eso y, lógicamente, estoy muy desilusionada; pero, vamos, nunca pensé que fuera posible ser actriz. Cuando era pequeña no existía internet. No había reality
shows que descubrieran nuevos talentos. Yo no sabía cuál era el camino por el que una se convertía en actriz en Hollywood. Como mucho, soñaba con obtener un papel en un anuncio de jabón. Creo que hubiera sido feliz sólo con eso. Por lo tanto, estoy muy agradecida de que la vida me haya llevado por un camino que ha ido mucho más
allá de mis sueños más salvajes.
Entre esos sueños, ¿cuáles se han cumplido?
Trabajar con Tim Burton. Cuando me mudé a Los Ángeles para explorar una carrera cinematográfica me hice una lista de todos los directores con los que quería rodar. Tuve la suerte de poder hacerlo con muchos de ellos, pero no con Tim, por lo que si me hubiera llamado para cualquier otra cosa que no fuese Big eyes le habría dicho que estaba muy interesada.
¿En aquella lista de la que ha-