MyTaxi da servicio al 20% de taxis de Barcelona, Madrid, Valencia y Sevilla
Competencia aprueba la fusión con Hailo, que la refuerza frente a otras plataformas
Las plataformas por móvil están revolucionando el transporte. La polémica expansión de Uber las ha puesto de actualidad. Desde el taxi, MyTaxi ya da servicio en España al 20% de los vehículos con este tipo de licencia de Barcelona, Madrid, Valencia y Sevilla. Son, sumando los de Hailo, con la que se acaba de fusionar –aunque todavía mantienen las marcas separadas–, unos 7.000 coches, asegura la compañía, de los 31.000 que tienen estas ciudades y sus áreas metropolitanas. Y la previsión es seguir creciendo. Las próximas serán Bilbao y Palma de Mallorca. Tras la fusión, la plataforma está presente en medio centenar de urbes de once países.
Hailo y MyTaxi sólo coinciden en España, concretamente en Barcelona y Madrid. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) acaba de dar luz verde a su concentración. Los mercados en los que operan, argumenta, “son de reciente desarrollo”y “tienen una penetración bastante reducida sobre el total de trayectos en taxi”. Debe recordarse que los vehículos que trabajan con ellas no lo hacen en exclusividad. La fusión, concluye, “no supone un riesgo para la competencia efectiva en los mercados afectados” ya que “disponen de otras alternativas competitivas significativas”.
La actividad de MyTaxi y Hailo también se ve con recelo desde una parte del colectivo de taxistas. La patronal Fedetaxi ha alertado de que estas plataformas –las que se ajusten a la ley, precisa, porque las hay, caso de Uber, denunciadas ante los tribunales– pueden, además de cobrar la comisión correspondiente, imponer condiciones de trabajo, con lo que el taxista pierde libertad. También preocupa que se puedan hacer con una información valiosa: los datos de los clientes.
“El taxi es un servicio muy regulado y nosotros cumplimos escrupulosamente con las normas”, explica Antonio Cantalapiedra, consejero delegado de MyTaxi en España y Portugal. “Somos agentes de innovación –prosigue–, queremos digitalizar el taxi y facilitar su uso al cliente y el trabajo al taxista”. Cantalapiedra subraya que la plataforma que dirige “está en la base de las smartcities porque contribuye a planificar la movilidad urbana”. La idea es que el usuario reserve fácilmente su taxi, se eviten los pagos en metálico y el taxista tenga más clientes y esté el mínimo tiempo posible circulando sin pasaje. Así, continúa, “se reducen costes de operación y se mejora el medio ambiente”. Algo tan habitual como “salir a la calle y levantar la mano para pedir uno –añade Cantalapiedra– es bonito, romántico, pero no contribuye al cambio que necesitan las ciudades”. De Uber dice ser “un fan en lo tecnológico”, aunque no le gusta “el modo como ha entrado en los mercados”. En todo caso, insiste, “si cumple la ley, hay sitio para todos, somos complementarios”.
MyTaxi forma parte de Daimler Mobility Services, división del fabricante alemán de automóviles dedicada a nuevas soluciones de movilidad, entre las que también están, por ejemplo, el servicio de carsharing eléctrico Car2go. Sus responsables no facilitan datos económicos, pero reconocen que las inversiones realizadas hasta el momento son a pérdidas, porque el objetivo a corto plazo es, explica Cantalapiedra, “posicionarse en el mercado”. Esta es también la razón por la que aplican fuertes descuentos a sus clientes, que han llegado a ser del 50%, otro aspecto criticado por algunas entidades de taxistas y que ya le ha costado a la empresa una sentencia judicial en su contra en Alemania. “Ya no lo hacemos de manera general en España –responde el consejero delegado–, porque ya tenemos una cierta implantación”.
La compañía recuerda que es legal y se define como “agente de innovación” frente a las críticas de parte del sector