Colau clama contra Le Pen y la xenofobia
En una conferencia en el Vaticano, la alcaldesa de Barcelona defiende con pasión la acogida a refugiados e inmigrantes
Ante la inoperancia de muchos líderes mundiales, el Vaticano ha decidido buscar la complicidad de los políticos más cercanos a la realidad de la calle y ha organizado una conferencia de alcaldes europeos –han acudido unos 80– para tratar sobre el drama de los refugiados e inmigrantes, un problema que obsesiona al papa Francisco. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, protagonizó una de las intervenciones más claras y vehementes a favor de la acogida y contra la xenofobia.
Radio Vaticano calificó de “intensas” las palabras de Colau y destacó un fragmento en el que la alcaldesa tuvo un tono muy parecido al que usa Jorge Mario Bergoglio. “Las personas refugiadas no sólo no son una carga, sino que han venido a salvarnos –dijo la alcaldesa–. Son nuestra esperanza ante una Europa cuyos valores fundacionales han entrado en profunda crisis frente al populismo xenófobo y al nacionalismo egoísta”. Según Colau, estos inmigrantes y refugiados “son una oportunidad para construir una Europa más fuerte, auténtico referente internacional de los derechos humanos”.
Fuera del Vaticano, pero justo delante de su oficina de prensa, Colau habló luego a los periodistas. Había expectación, también de la prensa italiana, porque Barcelona es un referente en muchos ámbitos y Colau una personalidad conocida. La alcaldesa fue entonces incluso más contundente de lo que había sido intramuros. Atacó sin contemplaciones a quienes expanden un discurso racista para ganar votos. Recordó que quienes llaman a la puerta de Europa “son una ínfima minoría” porque la mayoría de los refugiados de las guerras se quedan en países vecinos. “No hay ninguna invasión –subrayó–. Es poquísima la gente que está llegando a Europa y tenemos la capacidad, si lo hacemos bien, de acogerlos en condiciones. No podemos tolerar declaraciones como las que se escucharon ayer (el jueves) de la señora Le Pen, candidata a la presidencia de Francia, que hablaba de las personas migrantes como si no fueran personas, deshumanizándolas de manera absolutamente racista y diciendo que no habría educación ni sanidad para los hijos de los migrantes. Esto en Europa no lo podemos permitir. Lo vimos hace décadas y dijimos que nunca más queríamos ver el fascismo en Europa”.
Colau puso énfasis en la “plena coincidencia con el Papa” sobre este problema y recordó que Francisco “ha ido más allá al hablar de las causas económicas que hay detrás de la discriminación y de la desigualdad”. Según la alcaldesa, “no hay absolutamente ninguna contradicción” entre su condición de no creyente, la política de estricta laicidad del Ayuntamiento y su presencia en el Vaticano, e insistió en que, como alcaldesa, trata de mantener las mejores relaciones posibles “con todos los actores de la sociedad”, incluidos los diferentes credos. La conferencia proseguirá hoy y concluirá con una audiencia de Francisco.
La alcaldesa dice que su coincidencia con el Papa es compatible con no creer y con la laicidad municipal