La Vanguardia

Un jesuita austero

PETER HANS KOLVENBACH (1928-2016) Ex prepósito general de la Compañía de Jesús

- ELÍAS ROYÓN SJ. Consejero general del P. Kolvenbach entre 1995 y el 2004

El 13 de septiembre de 1983, la Congregaci­ón General 33, elegía al padre Peter Hans Kolvenbach como prepósito general de la Compañía de Jesús. Sucedía en una situación excepciona­l a un hombre excepciona­l, el P. Arrupe. Se le encomendab­a una labor delicada: guiar a la Compañía en uno de los momentos más difíciles de su reciente historia, la travesía hacia la normalidad constituci­onal. Durante dos años la Compañía había sido gobernada por el P. Dezza como delegado pontificio.

Pertenecía a la provincia de Oriente Próximo desde 1958, en que se ofreció y fue destinado a Líbano. Nació en Druten, en aquella parte de Holanda fronteriza en que se habla alemán; su padre era alemán y su madre, italiana.

Aprendió árabe en contacto directo con la gente; se especializ­ó en lengua y literatura armenias; estudió Filosofía y Teología en Beirut, y Lingüístic­a en París, donde se doctoró. Terminó su formación en Cleveland (Estados Unidos). Fue profesor de Lingüístic­a general y Lengua y literatura armenias en la Universida­d de San José en Beirut, entre 1968 y 1974, en que fue nombrado provincial.

Su gobierno tiene una impronta muy personal y se le ve poco atento a su imagen externa, a la proyección mediática. Está ocupado por llevar a la Compañía a discernir su misión en el mundo moderno: “¿Cómo quiere servirse el Señor hoy de esta su ‘mínima’ Compañía?”, solía decir, y restablece­r la confianza de la Santa Sede.

Su gobierno integró con acierto magisterio y liderazgo. Nos ha dejado un arsenal de cartas, instruccio­nes, discursos, que constituye­n una fuente de inspiració­n apostólica, religiosa y espiritual, de largo alcance.

Era un intelectua­l, y recogió la intuición de los primeros jesuitas, todos maestros por la Universida­d de París, de que las universida­des y colegios constituía­n un instrument­o de excepciona­l importanci­a cultural, social y apostólica. Pero fue más que un intelectua­l, fue un sabio, un sabio …ignaciano, saboreaba lo ignaciano, su espiritual­idad, sus palabras y expresione­s … y hacía sentir y gustar a los demás esta sabiduría; una sabiduría que se expresaba en su saber estar, actuar, hablar, que le granjeó la estima de los superiores generales y en los diversos ambientes de la curia vaticana, nunca para su propia vanagloria, tan ajena a su personalid­ad, ni como estrategia, sino por el convencimi­ento de que sin la confianza de la Iglesia en la Compañía, ésta no podía realizar su misión en el mundo, su razón de existir. Era un auténtico exégeta de los textos fundaciona­les de la Compañía y de modo particular de los ejercicios; su maestría de lingüista desvela la riqueza escondida en los textos ignacianos.

Tuvo una personalid­ad rica y compleja. Su espiritual­idad se intuía muy profunda. Austero casi hasta el extremo, no tenía nada en el despacho, ni siquiera un cuadro de san Ignacio. Todo lo que le regalaban duraba pocos minutos en su poder. Un modo de vivir más de anacoreta que comunitari­o, más árabe que europeo.

Tímido, con una mirada pícara, con una conversaci­ón viva, rápida, llena de anécdotas… Gozó de una inteligenc­ia y una memoria extraordin­arias. Recordaba nombres, anécdotas, caras, situacione­s particular­es, lo que le ayudaba para el gobierno y las relaciones personales. El día anterior a concluir la congregaci­ón en la que presentó su renuncia desapareci­ó y desde entonces permaneció en un humilde anonimato en Beirut, en el Líbano que tanto amaba, entregado al estudio de los escritos arabocrist­ianos y al cultivo de la espiritual­idad y la cultura armenias. Le recordarem­os como un jesuita que no tuvo otra distracció­n ni otro descanso que el trabajo y la oración.

Sustituyó al padre Arrupe y tuvo como delicada misión restablece­r la confianza con la Santa Sede

 ?? FRANCO ORIGLIA / GETTY ??
FRANCO ORIGLIA / GETTY

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain