Los jueces intentan pactar sobre el catalán
Uno de los asuntos que más han preocupado en esta etapa a los magistrados del Constitucional ha sido la existencia de varios recursos cuyo tema de fondo es el lugar de la lengua catalana en diversos ámbitos, desde el consumo hasta el cine, pasando por la enseñanza y los medios de comunicación. El presidente del TC, Francisco Pérez de los Cobos, decidió que todos los asuntos relativos al catalán se agruparan y formasen un solo paquete que se resolviera en conjunto, pese a incluir aspectos muy diversos sobre los usos sociales del idioma propio de Catalunya.
El objetivo es encontrar una vía de aproximación global al fenómeno de la convivencia de las dos lenguas oficiales en la comunidad autónoma catalana. Todo ello lejos de las tensiones que generó en su día la discusión sobre las primeras leyes de inmersión lingüística, que el TC avaló hace más de dos décadas tras fuertes debates internos y en ámbitos políticos y de los medios de comunicación.
El propósito del Constitucional era y es resolver de una tirada los diversos recursos pendientes, elaborando para ello una doctrina de fondo aplicable a las diferentes materias sobre las que versan los recursos presentados. Pero ahora mismo en el propio TC se duda de que ese objetivo se pueda conseguir. No se han hecho grandes progresos en los contactos previos entre los magistrados, y tal vez no se llegue a tiempo de acordar las correspondientes sentencias antes de que culmine la ya cercana renovación de la institución.
Entre los jueces del Constitucional se constata que conviven en la institución puntos de vista muy alejados sobre cómo articular la vigencia de la cooficialidad del catalán y el castellano en Catalunya. El ponente del primer recurso que debería fallarse es el magistrado Santiago Martínez Vares, exjuez del Tribunal Supremo (TS). Como miembro de la Sala de lo Contencioso, Martínez Vares fue ponente de la resolución que dispuso que el castellano fuera lengua vehicular en el sistema educativo en Catalunya en el 20% de las asignaturas. Esta sentencia interpretaba y desarrollaba, a su vez, el polémico fallo del propio Constitucional sobre la reforma del Estatut.
La sentencia sobre la reforma estatutaria obligaba a que la lengua catalana fuera vehicular en un porcentaje indeterminado de materias, que el Supremo fijó en los mencionados términos. Veinte años antes, el entonces presidente del TC, Miguel Rodríguez-Piñero, recibió al a su vez entonces presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y ambos conversaron, entre otras cosas, sobre la política lingüística en Catalunya. Luego, el TC avaló la inmersión. Eran otros tiempos. CiU daba entonces oxígeno constante al Gobierno del PSOE. Rodríguez Piñeiro, a su vez, había sido en Sevilla uno de los profesores de Derecho de Felipe González.
Están pendientes fallos sobre el catalán en la enseñanza, el cine y la comunicación