“No me esperaba volver tan pronto a la televisión”
No sólo se distingue por ser una de las pocas estrellas pelirrojas o por interpretar casi siempre a norteamericanos a pesar de haberse criado a pocas manzanas de Abbey Road en Londres. Damian Lewis nunca ha pasado desapercibido cada vez que se ha subido a un escenario o ha aparecido en la pantalla, lo cual llevó a Steven Spielberg a contratarle para Hermanos de sangre cuando le vio actuando en un teatro londinense. Una cosa llevó a la otra y con su primera nominación a los Globos de Oro comenzó una carrera que ha sido simplemente espectacular. Tras ganar ese premio y también el Emmy por Homeland, Damian ha encontrado otro papel que le calza como anillo al dedo en
Billions (Movistar Series emite ahora su primera temporada), donde interpreta a Bobby Axwell, un multimillonario que no está dispuesto a perder bajo ninguna circunstancia.
¿Cuánto de divertido es interpretar al hombre más rico y más inteligente del mundo después de haber encarnado a Brody en Homeland durante tanto tiempo? Son dos personajes muy diferentes, pero a la vez son como dos facetas de Hamlet. Bobby es siempre el más inteligente, el más rápido, el más ocurrente. Pero toma decisiones compulsivamente guiado por sus instintos y eso le ha convertido en el tiburón de la piscina. Me divertí mucho interpretándole, sobre todo
porque Billions no podría ser más diferente como serie de Homeland. En mi experiencia previa, el éxito se debía a que las cosas no se decían, había que adivinarlas, y en cambio
en Billions la gente dice exactamente lo que piensa. Y además cumple con lo que promete. Es divertido ver a gente que es tan frontal, todos líderes de la manada y muy seguros de si mismos. Cada personaje tiene una enorme energía y sabe lo que quiere. Bobby es el rey entre todos ellos. Estamos en un combate de pesos pesados donde se van a pegar muy duro. El problema es que ya me he dado cuenta que no soy el más inteligente ni el más rico. No tengo un helicóptero para uso personal ni me he comprado un yate con mis supuestos millones. Veremos si las cosas cambian en el futuro.
¿Se imaginaba que Billions también iba a tener gran éxito? No, uno nunca sabe cuáles van a ser los resultados. Cada vez que empiezas una serie o una película no tienes idea de cuál es la respuesta que va a tener. Lo mismo pasa el primer día de ensayos en la Royal Shakespeare Company, aunque allí uno sabe que el texto siempre va a ser bueno. El riesgo es mayor en televisión porque cuando te proponen el trabajo te hablan de toda la temporada y sólo te muestran el guion del primer episodio, por lo que debes confiar en tu instinto. Nunca imaginé que iba a trabajar en series tan longevas. Habiendo crecido en Londres, todas mis ambiciones terminaban en el teatro. Para los actores británicos que son 15 años menores que yo salir del conservatorio y conseguir un contrato en una franquicia multimillonaria es lo mas normal del mundo. Pero en mi época no era así. Descubrí el mundo de la televisión y el cine y me he dejado llevar muy contento. Cuando participé en Hermanos de sangre ,ni yo ni los que participamos en esa miniserie imaginábamos que estábamos en la vanguardia, en el inicio de un gran cambio en la televisión. HBO estaba haciendo Los Soprano en esa misma época y con esos dos proyectos cambió todo. Por haber participado en Hermanos de sangre me ofrecieron todos los buenos guiones televisivos disponibles.
¿Le cambió la vida?
Veinte años atrás hubiera preguntado a mi agente cuándo me iban a ofrecer la gran película que iba a cambiar mi vida, pero hoy todos los actores quieren trabajar en televisión, no en cine. Los dos medios son igualmente prestigiosos. Yo he estado haciendo series de televisión simplemente por un golpe de suerte. Disfruto mucho de contar estas historias a lo largo de doce horas.
Homeland fue una hermosa sorpresa y lo mismo puedo decir de Billions. No me esperaba volver tan pronto a la televisión. Pero el tema me apasionó. Estoy feliz pero también soy consciente que la buena racha puede no durar siempre, porque todo es cíclico.
¿Se siente más cómodo lidiando con el éxito ahora?
Sí. Hubo momentos mientras hacía
Homeland en que la situación me sobrepasó. La gente se me acercaba con demasiado entusiasmo en la calle. Pero vamos, yo disfruto del éxito. Uno no puede saber que clase de
“Es siempre el más inteligente, pero toma decisiones compulsivas guiado por su instinto” “Yo trabajo en series por un golpe de suerte pero los actores prefieren hoy la televisión al cine”
interacción va a tener con los fans ni el estado de ánimo en el que me van a encontrar. Lamentablemente yo siempre estoy llegando tarde a todos lados por lo que a veces no puedo detenerme a sacarme una foto. Si no es así, no me molesta detenerme y firmar autógrafos o hacerme
selfies. Es más, debo confesar que cuando me piden un autógrafo y no una selfie hasta me alegro un poco, porque hoy en día lo único que quieren son fotos. En Homeland tenía una esposa
muy bella y en Billions ha tenido la misma suerte... Cierto, las dos son muy hermosas, aunque ninguna se compara con mi esposa en la vida real. Malin Akerman, que interpreta a mi esposa Lara, es maravillosa, la adoro. Con ella hablamos mucho sobre la dinámica de la relación que tienen nuestros personajes. Creo que una de las razones de que la serie funciona tan bien es que las dos actrices principales tienen personajes muy fuertes, aunque Malin seguramente te dirá que podrían desarrollar el suyo un poco más. Lara es una mujer muy independiente y no dudo que pronto tendrá su propio hilo argumental. Mucho de lo que ella hace es para apoyar a Bobby, pero proviene del mismo origen de clase trabajadora que él. Los dos son gatos callejeros que pueden sobrevivir en cualquier sitio. Ambos son personajes agradables a pesar de ciertas cosas repudiables que hacen. Creo que lo que nos atrae es lo fieles que son entre ellos, y que muestran que alguien de origen humilde también puede triunfar. Sus parientes son bomberos, policías y enfermeras.
¿Hay alguna similitud entre Bobby Axwell y Donald Trump?
Sí, los dos han ganado muchísimo dinero. Pero no quisiera hacer más comparaciones.
¿Y la codicia?
Es que para los multimillonarios la codicia no funciona de la misma manera que para nosotros. Yo he investigado mucho sobre ellos después de aceptar el papel y a ellos lo que les gusta de verdad es apostar. El riesgo es lo que les estimula, porque son sumamente competitivos. Les empuja el deseo de ganar, de ser los que tienen la razón. Cuando los números son grandes los riesgos son mayores y eso es precisamente lo que les gusta. Todos tienen etapas en las que les va mal, y por eso se ha hablado mucho sobre los negocios de Donald Trump que salieron mal. Pero yo creo que hacen falta algunos fracasos para poder encontrar los éxitos, porque nadie triunfa cada vez que apuesta.