Botellas singulares
El Petit Celler, distribuidor de vinos, cavas y licores para el sector de la restauración en la provincia de Barcelona, prevé facturar 6 millones
En la bodega de Sebastià Lozano se pueden encontrar grandes vinos y cavas pero este sumiller explica que no tendría nada peculiar si no fuera por las “pequeñas joyas y rarezas” que acumula desde hace años.
Lozano abrió las puertas de su Petit Celler en Moià en 1995. Vendía de cara al público y, entre semana, hacía de distribuidor en restaurantes de la comarca del Bages. Empezó con poco más que siete marcas de vinos pero la poca competencia en el sector le permitió crecer enseguida, asegura. Tres años más tarde, trasladó la tienda a Manresa y, el 2002, dio el salto a Barcelona con la distribución de copas Riedel (las más prestigiosas en el sector) y algunas marcas de vinos.
Lozano explica que El Petit Celler se hizo un lugar en la ciudad porque supo desmarcarse de las grandes cadenas de distribución. “Sin dejar de vender marcas importantes, me dediqué a buscar vinos, cavas y champanes de vignerons desconocidos –recuerda–. Hoy, el catálogo tiene más de 7.000 referencias y el 70% proviene de pequeños viñedos. Hay gama media y alta. Y el cliente aprecia esta variedad. En el 2015 el negocio alcanzó niveles precrisis (5 millones de euros) y este año, superará los 6 millones”.
Lozano, que da trabajo a 35 personas, explica que el 80% de las ventas provienen de la distribución en restaurantes gastronómicos de la provincia de Barcelona, principalmente a la ciudad, donde distribuye además de 700 puntos de venta. El 15% restante proviene de las dos tiendas. La de Manresa, que en el 2003 trasladó al centro de la ciudad, y la de Barcelona, que abrió en el 2011 con una inversión de 500.000 euros. “Quería una bodega que fuera un escaparate en Barcelona y ahora quiero convertirlo en un wine
bar de referencia. Aprovecharé el extenso catálogo de la distribuidora para ofrecer más de 200 copas de vinos españoles y catalanes”. Lozano explica que en los próximos años, tiene previsto potenciar las ventas en línea en Europa porque ahora sólo significan un 5% del total. También avanza que en el 2017 probablemente adquirirá un distribuidor de vinos de Catalunya.
Aparte del negocio, Lozano y otro socio, David Amores, han abierto una taberna especializada en vinos en Manresa, el 1913, y acaban de inaugurar el Sant Ignasi, un bar musical en la misma localidad.
El negocio, nacido en 1995 en Moià, tiene más de 7.000 referencias y el 70% procede de pequeños viñedos