Obama anuncia represalias a Rusia
“O paras los ciberataques o atente a las consecuencias”, dijo a Putin
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha anunciado que va a tomar represalias contra Moscú por los ciberataques que, según los informes de la CIA, hackers rusos dirigieron contra el sistema informático del Partido Demócrata y del equipo de campaña de Hillary Clinton para favorecer la elección de Donald Trump.
En declaraciones a la emisora pública NPR y en su última conferencia de prensa del año, Obama señaló: “Cuando cualquier gobierno extranjero intenta afectar a la integridad de nuestras elecciones... tenemos que tomar medidas. Y, sin duda, vamos a responder”. El presidente no aclaró ni cómo ni cuándo. Será “en el momento y el lugar” que se considere más adecuado y precisó que algunas de las acciones previstas “podrán ser explícitas y divulgadas, pero otras no”. Obama añadió que ha advertido personalmente al líder ruso, Vladímir Putin. “O lo paras o atente a las consecuencias”, le dijo. El presidente estadounidense aseguró: “Tenemos capacidades ofensivas y no vamos a ser blandos. Vamos a hacer que no se atrevan a repetirlo”.
Los servicios de inteligencia estadounidenses sostienen que sus investigaciones permiten constatar que fue el propio Putin quien impulsó o al menos autorizó los ciberataques. En la conferencia de prensa, Obama confirmó la autoría rusa y se mostró convencido de la implicación de “los más altos niveles del gobierno”.
Si la novela de espías en que se ha convertido esta historia de los ciberataques rusos resulta insólita, más insólita es la diferente actitud ante las interferencias de Moscú entre el presidente saliente y el presidente electo, que ha de tomar posesión dentro de un mes.
La tensión de Obama con Putin se ha disparado por este y por otros muchos motivos, entre ellos el apoyo de Moscú al sanguinario Bashar el Asad, que impide terminar la guerra en Siria. Y en cambio, entre la CIA y el Kremlin, Donald Trump prefiere agarrarse a la versión rusa de los acontecimientos, que niega que los ciberataques procedan de Moscú. La continuada desautorización de los servicios de inteligencia de su país le costó una reprimenda del portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest. Y a ello hay que añadir que ha elegido para secretario de Estado a un hombre como Rex Tillerson, amigo personal del líder ruso, y como consejero de seguridad nacional a otro amigo de Moscú como Michael Flynn.
Mientras espera el “informe completo” que ha encargado a los servicios de inteligencia, Obama evita asumir públicamente la conclusión de la CIA de que la interferencia rusa en las elecciones tenía como objetivo favorecer a Donald Trump, pese a admitir que “aumentó los problemas de la campaña de Hillary Clinton”.
Y el presidente saliente tampoco concluye que el ciberataque ruso determinara la derrota de Clinton. “No cabe duda de que tuvo algún impacto, pero nunca se sabe qué factores marcan la diferencia”. Lo que sí quiso dejar claro el presidente fue que el ciberataque ruso no afectó al escrutinio y no hubo manipulación de los votos.
En lo que sí se empleó a fondo Obama es en reprochar a los republicanos, que se han pasado todo su mandato exigiéndole mayor contundencia con Rusia, que ahora lo vean todo de color de rosa porque políticamente les conviene. El 44.º presidente se pregunta cómo puede elogiar alguien a “un exjefe del
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