El Papa da la sorpresa y recibe a Santos y a Uribe
Francisco bendice y alienta el proceso de paz en Colombia
Ya empiezan a ser habituales en Francisco las iniciativas diplomáticas por sorpresa y los golpes mediáticos. Ayer el Papa volvió a hacerlo al convocar simultáneamente en el Vaticano al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y a su predecesor, Álvaro Uribe, con la intención de dar un nuevo im
pulso al proceso de paz en el país latinoamericano.
La cita con Santos estaba prevista desde hacía tiempo, pero el viaje de Uribe se organizó a toda prisa, con apenas 24 horas de preaviso. Lo llamó el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, por indicación del Papa y tras contar con el visto bueno de Santos. Uribe apenas pudo hacer la maleta y buscar un vuelo que lo llevara a Roma.
Jorge Mario Bergoglio quiso hacer ese gesto para reafirmar el compromiso de la Iglesia católica con el diálogo y la pacificación en Colombia. Santos, premio Nobel de la Paz, ha sido el principal promotor del acuerdo con la guerrilla. Uribe se ha opuesto a los términos del pacto. El Pontífice recibió primero al presidente en ejercicio y luego, por separado, a Uribe. Después hubo una audiencia conjunta, de unos 25 minutos, en la que el Papa les insistió en fomentar la “cultura del encuentro” y “un diálogo sincero entre todos los actores de la sociedad colombiana en este momento histórico”, según el comunicado oficial del Vaticano.
Santos obsequió al Papa con un bolígrafo con una bala incrustada, idéntico al utilizado para firmar los acuerdos de paz entre el Gobierno y las FARC. En el bolígrafo estaba inscrita esta frase: “Las balas han escrito nuestro pasado; la paz nuestro futuro”. Santos también regaló a Francisco una corona de orquídeas de porcelana (la orquídea es la flor nacional).
El Papa mantiene su deseo de viajar a Colombia en cuanto la paz “esté blindada”, indicó el portavoz vaticano, Greg Burke. Por el momento, dado el resultado del referéndum, la Santa Sede cree que todavía no es oportuno organizar la visita.