El Gobierno advierte a Forcadell que debe responder ante la justicia
El portavoz del Ejecutivo central mide su réplica a la protesta soberanista
Hasta en la valoración de las actitudes y las palabras de los independentistas y soberanistas catalanes, la reacción del Gobierno está ahora en otro registro, y los reproches, las palabras altisonantes y los golpes en el pecho han quedado para la historia, aunque sea muy reciente. Ayer, en la rueda de prensa del Consejo de Ministros, el ministro Portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, estuvo duro, pero no se salió del guion al recordar que el cumplimiento de la ley afecta por igual a todos los ciudadanos.
Ante las palabras de Forcadell, que calificó de “ataque a la democracia” su procesamiento por no acatar la sentencia del Tribunal Constitucional y contravenir la prohibición de someter a votación la hoja de ruta independentista anulada por el Alto Tribunal, Méndez de Vigo calificó de “falso e injusto para los jueces que realizan su labor” que se ponga en cuestión su labor porque en España, dijo, “la justicia es independiente y no responde a presiones, ni políticas ni económicas, ni de manifestaciones de ningún tipo”.
Méndez Vigo se refería de este modo a la concentración que acompañó ayer a la presidenta del Parlament al Tribunal Superior de Justícia de Catalunya y cuyas imágenes reverberaron en buena parte de la rueda de prensa del Consejo de Ministros.
El ministro portavoz, no obstante, no quiso hablar en concreto del caso de Forcadell, sino de la justicia en general, rebajando así el tono de la respuesta a las acusaciones de la presidenta. “En España no hay impunidad”, dijo Méndez de Vigo. En su opinión eso ha quedado acreditado con los juicios en marcha que afectan a numerosos partidos de todos los signos, por eso recordó que nadie, ni la presidenta del Parlament, ni ningún ciudadano español, “tiene carta blanca para desobedecer las leyes”. El portavoz sostuvo que precisamente por ser cargos públicos, los que tienen esta responsabilidad tienen menos argumentos para desobedecer las leyes. De ahí que considere que Carme Forcadell “como cualquier otro ciudadano, debe responder ante la justicia y respetar las decisiones judiciales”.
Pero Méndez de Vigo aprovechó la ocasión para repetir el mensaje que desde hace semanas lanza a los ciudadanos catalanes, y en general a los españoles, para que tengan claro lo que a su juicio son dos actitudes bien distintas, la del Gobierno, que tiende la mano al diálogo, y la de los independentistas catalanes, que no sólo no la recogen, sino que, en opinión del Ejecutivo, la desprecian.
Y como ejemplo, el portavoz del Gobierno tuvo hizo hincapié en la convocatoria de la Conferencia de Presidentes por parte de Mariano Rajoy para el 17 de enero, y el anuncio que hizo el ministro de que la vicepresidenta ha convocado para el día 21 a los consejeros de presidencia de todas las autonomías, para preparar esa conferencia de presidentes.
“Unos tendemos la mano y hacemos una convocatoria para escuchar, y otros no quieren venir y poner cualquier excusa”.
De ahí que el Gobierno no se dé por vencido y diga que va a intentar por cualquier medio que el president Carles Puigdemont, lo mismo que el lehendakari Iñigo Urkullu, acudan a la cita, y también los consejeros de presidencia de las dos comunidades históricas, porque tienen la oportunidad de decir de qué quieren que se hable en esa conferencia de presidentes, que será siempre “problemas que interesen a la gente”. A juicio de Méndez de Vigo, “sería un buen gesto que todos acudan o que expliquen por qué no vienen”.