Una confusión acaba con un atropello y un tiroteo
Un conductor arrolló a un agente porque pensó que era un falso policía y su vehículo recibió ocho disparos por parte de otro mosso
Los Mossos d’Esquadra pensaron que el conductor al que habían dado el alto era el delincuente que buscaban y el conductor creía que estaba siendo asaltado por una patrulla de falsos policías. Esta confusión cometida por ambas partes desencadenó un atropello que acabó con un agente gravemente herido y que el coche del conductor recibiera varios disparos de bala.
Los hechos sucedieron el jueves a las seis de la tarde. Una patrulla de mossos vestidos de paisano aguardaba en la zona de Can Rosés de Rubí a la espera de poder detener a un ladrón que había cometido varios robos violentos en farmacias del municipio. Los agentes pensaron que un hombre que entraba en un parking particular era el hombre que buscaban. Se acercaron y se identificaron como policías, pero el conductor no les creyó. Puso el seguro, encendió el vehículo y en su huida arrolló a un agente, que tuvo que sujetarse al capó mientras era arrastrado durante unos ochocientos metros hasta que en una rotonda, al girar el volante, el policía cayó al suelo y recibió un fuerte impacto en la cabeza que le provocó un abundante sangrado en el oído. A raíz del incidente el agente tuvo que ser ingresado de urgencia con pronóstico grave y actualmente permanece en el hospital Vall d’Hebron en coma inducido.
El otro mosso, al ver que el conductor se llevaba por delante a su compañero, abrió fuego contra el vehículo para que se detuviera. Efectuó al menos ocho disparos hasta que el coche paró la marcha. El conductor, que no era el sospechoso que buscaban, salió del vehículo y se dirigió hacia una patrulla de policías uniformados que había en la zona pidiendo ayuda y gritando: “¡Me quieren matar!”.
El hombre les explicó lo sucedido, pero igualmente fue detenido y conducido a los calabozos de la comisaría de Rubí. Las primeras investigaciones apuntaron que el conductor no entendió las indicaciones policiales y confundió a los dos agentes que iban de paisano con unos impostores que se hacían pasar por policías. Tras corroborar y dar verosimilitud a su versión a partir de la declaración de varios testigos, y teniendo en cuenta que no tenía antecedentes penales y no era el sospechoso que buscaban, la detención del conductor quedó sin efecto y fue puesto en libertad a las tres de la madrugada. Eso, sin embargo, no lo eximió de declarar por la tarde ante el juez, que decretó su libertad con cargos, la retirada del pasaporte y la obligación de comparecer en el juzgado cada quince días.
El comisario jefe, Josep Lluís Trapero, tenía previsto ir la comisaría de Rubí para interesarse por el suceso. Doscientos mossos se manifestaron bajo la lluvia a la puerta de las dependencias para protestar por el hecho de que la detención policial quedara sin efecto de madrugada, una decisión que atribuyen al comisario jefe.
Doscientos agentes se manifestaron en contra de que la detención policial quedara sin efecto