Las trampas en los montes ponen en alerta a los ciclistas
Los artilugios han sido hallados en bosques y senderos, pero también en zonas más expuestas al público como carriles bici
Xavier Jabato no da crédito a la trampa que halló hace unas semanas en el camino de ronda que une Palamós y Calella de Palafrugell. Alguien de mala fe había colocado sobre el acantilado de la cala del Crit un espinoso alambre atado a 20 centímetros del suelo entre los árboles, una zona muy frecuentada por ciclistas y senderistas. Era el inicio de un reguero de trampas situadas a lo largo de un kilómetro entre las que también halló troncos apilados y piedras de grandes dimensiones. “Se entretuvieron un buen rato, diría que varias horas, puede que lo hicieran de noche” afirma Jabato. “Querían hacer daño, no es una simple broma”, agrega. “Los troncos y las piedras cortaban el paso y obligaban al ciclista a pasar por la zona de alambres”, explica este vecino de Palamós aficionado al ciclismo.
Los Mossos d’Esquadra y los agentes rurales destacan la complejidad de dar con los autores de esta acción que consideran “aislada” y más teniendo en cuenta que en la zona no existen problemas de convivencia entre ciclistas, senderistas o vecinos y que no es un lugar de caza. “Es como buscar una aguja en un pajar, si no hay ningún testigo o una gran evidencia es muy complicado encontrar pistas” explica el jefe de los agentes rurales de Girona, Ignasi Dalmases. No es la única investigación en curso. En Rosselló (Segrià), aficionados a la BTT hallaron a principios de año en una concurrida ruta trialera otro alambre atado entre dos árboles. Hace un año, en un bosque de Sant Gregori (Gironès), unos senderistas encontraron en un camino privado una pieza de hierro con seis clavos soldados. Tampoco en ese caso se ha dado con los culpables. De descubrirse, el Consistorio hubiera emprendido acciones legales “por los perjuicios ocasionados al valle del Llémena, una zona muy frecuentada por senderistas y ciclistas”, según su alcalde, Joaquim Roca. El subjefe de los Mossos d’Esquadra de la Bisbal, Martí Pons, pide a los usuarios del bosque que llamen al 112 en caso de hallar una trampa.
El periodista e ironman Valentí Sanjuán, que ha recorrido los bosques de media España preparándose para sus hitos deportivos, asegura que “cada vez es más peligroso” salir con la bici de montaña en bosques o caminos y alerta que hay más casos de los denunciados. Reconoce que la convivencia entre motoristas, senderistas, ciclistas de montaña, cazadores y propietarios forestales es en ocasiones frágil. “Hay cazadores que creen que les asustamos las presas o propietarios que no quieren compartir los caminos, que muchas veces son públicos”, dice.
No sólo el bosque es zona de vándalos. Hace días un usuario del carril bici de Platja d’Aro halló un tapón de plástico con siete clavos. A raíz de este hecho, la policía local ha incrementado la vigilancia en la zona. De dar con el responsable de esta acción, el autor podría ser sancionado por el Reglamento General de Circulación y una multa de 200 euros. Si la acción provocara daños a los ciclistas, se le podría imputar un delito de lesiones.
“Querían hacer daño, no era una broma”, dice el deportista que halló un alambre atado entre árboles