La Vanguardia

La relación distante de los entrenador­es enrarece el Barça-Espanyol

- JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ Barcelona

Los entrenador­es del FC Barcelona y del RCD Espanyol, Luis Enrique y Quique Sánchez Flores, no se llevan bien, y ayer se confirmó al anularse la tradiciona­l fotografía conjunta previa al derbi de hoy.

Intensidad. Necesidad. Ilusión. Cuentas pendientes. Rivalidad. Hay derbi, y de categoría, en el Camp Nou. Aunque el duelo suela ser más igualado en Cornellà. Aunque si se repasa la historia no existe color. Aunque la diferencia de calidad sea palpable. Hay derbi para despedir la Liga hasta el 2017 porque al Barça le urge coger el hilo en su estadio para no conceder más regalos y porque el Espanyol aterriza en la casa de su vecino en su mejor momento de los últimos tiempos, feliz por las nueve jornadas sin perder y esperanzad­o en dar el golpe con el que sueñan siempre sus aficionado­s. Hay derbi porque el Barcelona quiere colocarse a tres puntos del Madrid, ni que sea provisiona­lmente al estar los blancos en el Mundial de Clubs. Lo hay porque el Espanyol ha experiment­ado un repunte de autoestima de la mano del capital chino que lo controla. Hay derbi porque el Barça tendrá a las tres puntas de su tridente dispuestas a marcharse de vacaciones navideñas con buen sabor. Lo hay porque Quique Sánchez Flores ha conseguido solidifica­r su proyecto, del solvente Diego López al Raúl Tamudo de esta era: Gerard Moreno.

Si al Barça le sale un día brillante, puede golear porque su potencial es enorme, pero para ello tendrá que trabajar mucho e igualar el tesón que a buen seguro ponen en práctica los blanquiazu­les. Cualquier ro- ce puede hacer saltar las chispas y dar más trabajo al colegiado, el inefable Mateu Lahoz. Sólo hace falta recordar lo que ocurrió la pasada campaña, algo que tiene muy presente Luis Enrique. Se jugaron cuatro derbis entre la Liga y la Copa y se mostraron 36 amarillas. Los barcelonis­tas se quejaron de la dureza de sus rivales, hubo incidentes en el partido copero del Camp Nou en el túnel de vestuarios, lo que derivó en una sanción a Luis Suárez de dos partidos, y Hernán Pérez y Diop re-

SIN FOTOGRAFÍA DE CONCORDIA Luis Enrique y Sánchez Flores tuvieron sus más y sus menos en el Madrid y ayer hubo tirantez

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ayer durante el entrenamie­nto del
Barcelona en la Ciutat Esportiva de
Sant Joan Despí
LLIBERT TEIXIDÓ Ilustres. Piqué, Messi y Luis Suárez, ayer durante el entrenamie­nto del Barcelona en la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí

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