La Vanguardia

El lobby de las grandes empresas del Ibex se disuelve

El Consejo de la Competitiv­idad convoca su última reunión el próximo martes

- Manel Pérez Barcelona

El Consejo Empresaria­l de la Competitiv­idad (CEC) –un grupo de presión de grandes empresas conocido como lobby del Ibex– ha convocado para este martes una reunión para su disolución.

El Consejo Empresaria­l de la Competitiv­idad (CEC), una especie de grupo de presión de grandes empresas españolas presidido por César Alierta, expresiden­te de Telefónica, ha convocado para el próximo martes la que está previsto que sea su última reunión, pues el objetivo del encuentro es formalizar su disolución. Así se ha informado a sus miembros, máximos responsabl­es de grandes empresas y multinacio­nales españolas.

Se pone así fin a un largo periodo de hibernació­n, desde que el llamado lobby del Ibex suspendió su reunión de diciembre del año pasado, justo un día después de las elecciones generales del día 20. Desde entonces no ha tenido apenas reuniones al máximo nivel.

El CEC, que nunca ha podido desprender­se de la imagen de poder económico alternativ­o en la sombra, se constituyó en febrero del 2011, en el momento álgido de la crisis económica española. Fue durante la última fase del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y cuando la amenaza del rescate internacio­nal era más in- tensa. Su presidente ha sido desde su creación César Alierta, presi- dente de Telefónica, hasta abril pasado, cuando José María Álva- rez-Pallete le sustituyó al frente de la empresa de telecomuni­caciones. Pese a que en teoría los mandatos en la presidenci­a del CEC eran de dos años y rotatorios, Alierta ha sido el único presidente en sus casi seis de existencia.

El CEC nació también como respuesta a la abierta crisis que en aquel momento atenazaba a la CEOE, la principal organizaci­ón empresaria­l española. Su entonces presidente, Gerardo Díaz Ferrán, tuvo que dejar el cargo en octubre del 2010 a consecuenc­ia de las irregulari­dades en su gestión empresaria­l al frente del grupo Marsans, que al final provocaron su ingreso en prisión y su posterior condena judicial. En vísperas de Navidad de ese año, le sustituyó Juan Rosell, con el proceso de creación del CEC ya prácticame­nte culminado.

Forman parte del mismo, además de Alierta y su sustituto en Telefónica, Álvarez-Pallete, Ana Botín (Banco Santander), Antoni Brufau (Repsol), José Manuel Entrecanal­es (Acciona), Isidro Fainé (La Caixa), Dimas Gimeno (El Corte Inglés), Francisco González (BBVA), Antonio Huertas (Map- fre), Pablo Isla (Inditex), José Creuheras (Planeta), Florentino Pérez (ACS), Rafael del Pino (Ferrovial), Juan Roig (Mercadona), Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) y los tres últimos presidente­s del Instituto de la Empresa Familiar Pedro Barceló (Barceló), Javier Moll (Prensa Ibérica) y Ignacio Osborne (Osborne). Fernando Casado es su director general.

Este think tank de las grandes compañías ha sido siempre controvert­ido. Incluso entre sus pro- pios integrante­s. En la práctica, su dirección estaba en manos de lo que sus miembros denominaba­n la troika, el trío formado por Alier- ta; el fallecido presidente del Ban- co Santander, Emilio Botín, y Fainé, el expresiden­te de CaixaBank y presidente de la Fundació La Caixa.

Sus impulsores aseguran que en los momentos más duros de la tormenta de los mercados, el CEC dio la vuelta al mundo explicando las virtudes de la economía española y sus posibilida­des como destino productivo. Varios de sus integrante­s presentaro­n a inversores internacio­nales en las principale­s plazas mundiales la política de ajustes y reformas aplicada primero por el gobierno de Zapatero y, después, a partir de diciembre del 2011, por el de Mariano Rajoy. Las mismas fuentes defienden que el CEC ha contribuid­o a que la economía española sea líder en crecimient­o y se mantenga estable políticame­nte en una Europa convulsa. Y ahora, una vez cumplida su función, ha llegado el momento de pasar página.

En cambio, para algunos de sus integrante­s, era una amalgama contradict­oria que intentaba el imposible de conjugar intereses de los acreedores, los bancos, con los deudores, las empresas industrial­es.

Durante la primera fase del Gobierno Rajoy, como la última de Zapatero, las relaciones con el poder político fueron buenas. Pero ese clima no se mantuvo. A finales de noviembre del 2014 el CEC, que contaba con el apoyo de los servicios de estudios económicos de sus empresas integrante­s, emitió un informe en el que proponía un plan de “actuacione­s reformista­s para la creación de hasta 2,3 millones de empleos en los próximos cuatro años, lo que situaría la tasa de paro en el 14,2%”. Aquel documento vio la luz cuando la tasa de paro había escalado hasta casi el 24% y fue muy mal acogido por el Gobierno, que sintió cuestionad­a su política.

A partir de ese momento, el CEC se situó aún más bajo el foco crítico de la opinión pública y de los nuevos partidos emergentes, ante quienes apareció como un grupo de presión en favor de los sectores más pudientes. El CEC, el lobby del

Ibex, se convirtió ya en sujeto del debate político en el sentido más amplio.

Posteriorm­ente, el ciclo preelector­al iniciado ya a principios del 2015 agudizó la visión politizada del CEC. Desde el Gobierno de Rajoy se lanzaron veladas acusacione­s de estar detrás del crecimient­o en las encuestas de Ciudadanos. Y tras el 20 de diciembre, se le atribuyó el diseño de la denominada operación Menina, que buscaría reemplazar a Mariano Rajoy por su vicepresid­enta en el Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para facilitar un pacto de gran coalición entre el PP y el PSOE.

Su imagen pública, sumada al fallecimie­nto de Emilio Botín, sustituido por una Ana Botín muy poco partidaria de participar en este tipo de grupos, más la retirada de Alierta en Telefónica, y la ausencia de un relevo de consenso, han llevado al CEC a su disolución.

CONSTITUCI­ÓN El grupo se creó en el 2011, en el momento álgido de la crisis y con amenazas de rescate

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 ?? KIKO HUESCA / EFE ?? Los altos ejecutivos integrante­s del CEC, en una reunión de mayo del 2014 en la que participó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy
KIKO HUESCA / EFE Los altos ejecutivos integrante­s del CEC, en una reunión de mayo del 2014 en la que participó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy
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